viernes, 13 de abril de 2018

ARGENTINA Y EL ESPANTO




Creemos estar los que vemos el partido desde la tribuna en uno de los peores momentos de Argentina en el último siglo. No tenemos buenas noticias para hacer nuestros editoriales. Para decirlo como lo hemos hecho hasta hoy cambiemos, se puede, confiemos en el Gobierno Nacional, y todos los adjetivos los preventivos y las opiniones favorables o adversas que en este último tiempo tenemos para llenar la página 3 del diario del pueblo.
Ya nos está dando miedo miran los noticieros por televisión. Los aumentos del peaje son incalificables, delito de Estado, hazme reír internacional y todo lo que usted quiera agregar. Los tarifazos ozilan en sus aumentos del 200% al cuatro o 5000%. ¿Nos están engañando los periodistas especializados en estas cosas?
En el mismo dia en que Cervigni descubría la jueza ochentona que ya no sabe como meter la pata porque ya la metió de todas las maneras en toda su historia judicial, y a los 80 años, perdón señora usted ya tendría que estar cuidando a sus bisnietos, y no administrando justicia en un país, que cambia sus problemas con una velocidad increíble pero jamás apuntando al bienestar de la gente.
Como si fuera poco todo lo que tenemos acá adentro, las importaciones anti argentinas por ejemplo se suma a todo lo que escuchamos  que una nueva empresa buitre de Estados Unidos quiere cobrarle a Argentina 600 millones de dólares por intereses de intereses que se pagaron fuera de término en una situación que la Argentina ya cancelo debidamente en su momento a todos los buitres que por lo visto quiere seguir comiéndonos como si fuésemos un cadáver.
Por momentos nosotros, que somos Cristianos, nos dan ganas de salir a la calle levantar los ojos al cielo y pedirle a Dios que no le permita dejar de funcionar a la oficina que, con seguridad EL tiene en el cielo para salvaguardarnos de tanta maldad, tanta mala suerte y tantos malos argentinos en el gobierno, que no logran tumbar al mejor país de América Latina.
Volvemos a pedir perdón. Salteamos muchos errores o  los dejamos pasar para no seguir envenenando al pueblo argentino pero que casualidad! La soluciones siempre coinciden en el nombre que Macri le puso a su partido: CAMBIEMOS!!!
            
EL DIRECTOR