Con brasileños solo somos enemigos en
algunas disciplinas deportivas. El brasilero es alegre, canta, baila, se
divierte, hace los mejores carnavales del mundo. En cambio los argentinos
tenemos al Tango que nos simboliza y al Folklore que lo respalda pero toda
música triste “Las manos malditas que llevaron el cajón de mi madre al
cementerio…María que te fuiste un dia y no volviste y espero todas las noches
que retornes por las calles de Dios…fea, tres cuarto de cogote, una percha por
escote, por la que hace 10 años llegue a la traición, por su hermosura… Siglo
XX cambalache por el inmortal Discepolín… adiós pampa mía… caminito que el
tiempo ha borrado…y ya desde Gardel los Tangos venían llorando a una madre que
por cinco hijos, con cinco medallas la premio la patria.”
Por suerte tenemos cordobeses y están
Los palmeras, tratando de levantar el porcentaje de dolor en nuestra música.
Aquí en la Argentina tuvimos un San
Martin, un Belgrano, un Palacios, un Perón, una Evita, un Balbin, un Alfonsín…y
no queremos entrar en la política actual, porque nos hace daño al espíritu y
todos tuvieron que luchar contra la corriente. Porque si hay algo que los
argentinos sabemos hacer bien, es hacer todo al revés.
Nos quedó en la mente juvenil aquel
cartel en Buenos Aires que decía groseramente en una pared “viva el cáncer”,
agradeciendo esa terrible enfermedad que se llevo a los 33 años a una mujer que
llego hacer esposa de un presidente y convertirse casi en una santa dilapidando
su salud para favorecer a sus descamisados.
No nos olvidamos con el coraje que Alfonsín
entró poniéndole el pecho a la balas y el pecho a los militares cuando fue
presidente y un golpe militar quería eliminarlo del poder. No queremos
acercarnos a esta nota con la actualidad. Hubo un Menem, un De la Rúa, un Kirchner,
una Cristina y ahora hay un Macri, que dejamos fuera de este comentario.
Simplemente queremos ver cómo termina
la crisis brasileña, hermanos nuestros en todo menos en el deporte, cuya
fracción de derecha logro encarcelarlo para que no vuelva a ser presidente de
ese majestuoso país hermano. Y vaya que se parecen Brasil y Argentina. Los dos
tienen el mejor futbol de mundo, las mejores bellezas turísticas, la mejor
música aunque una sea triste y la otra alegre.
Cuando nos ponemos a escribir con
algo que tiene que ver con la política y lamentablemente las situaciones que se
viven en la Argentina nos obligan a hacerlo, nos encontramos en los parecidos
que hay en la música, en el deporte, en el idioma , pero ocultando los
corazones del pueblo brasileño y el argentino, notamos que eso de país hermano
que va muy bien entre Argentina y Brasil agregando a Uruguay, Venezuela,
Bolivia , Perú y Ecuador y podríamos decir que para nada sentimos como país
hermano ni a Chile y algún otro país sudamericano que no es por envidia más que
por otra cosa, no se alista como hermano verdadero dentro de la Argentina.
Mientras Macri busca la forma de
eliminar la posibilidad de que Cristina de Kirchner participara de las
elecciones y todavía no encuentran la formula, los brasileños directamente
inventaron un delito para meter preso al
que sin lugar a ninguna duda iba a ganar las próximas elecciones en Brasil.
A este paso que vamos a la juventud
que ve lo blanco blanco, lo verde verde y lo negro negro, le seguimos enseñando
o mejor dicho le siguen enseñando. Porque
nosotros somos inocentes, como se hace para convertir la democracia en una payasada.
Que eso es lo que ocurrió en Brasil.
Otro dia seguimos dialogando, pero le
recuerdo a usted que este diario del Pueblo jamás tiene las puertas cerradas a
las opiniones que no coinciden con las nuestras.
EL DIRECTOR
CTOR