martes, 15 de mayo de 2018

Cuento de Atila Jartti




Un cuento con sabor a realidad
Adaptando un cuento muy ingenioso a la época que vivimos, aprovechamos este espacio para darle a Estrella, el estilo y la personalidad que han conquistado a la gente, de lo contrario no iría a estar por cumplir 61 años de vida.
Los “tacheros” o remises porteños son muy particulares. O serios y responsables, o calaveras, vagos, chistosos que se pasan el dia  trabajando y haciendo bromas. Como esta que le contamos hoy.
Había una larga cola de taxis en Ezeiza, llegaba un avión de España con muchos pasajeros  , uno de los taxistas con un viejo Mercedes Benz, estaba en la cola y le tocó un gallego que terminaba de arribar en un vuelo de Iberia. Gallego bruto, como muchos que vienen de allá y charlatán, que produce el siguiente diálogo entre los dos.
-¿Donde quiere que lo lleve maestro? 
-Pues hombre… que eh “venio” a pasau un fin de semana, en esta bellísima Buenos Aires, y quiero ver si es cierto lo que dicen de Argentina por ahí.
-De no creer señor!
-Nuestro país esta arruinado, tamos fundidos. Pero para ver eso usted tiene que salir a las afueras de Buenos Aires.
El taxi agarró la autopista hacia el centro, luego que el pasajero español le diera la dirección del hotel  en donde venía a hospedarse. Iba el Mercedes Benz a todo trapo cuando el gallego de atrás, charlatán, como buen gallego, le pregunta señalándole el logo tipo de Mercedes Benz que el auto tenia al frente, arriba del capó.
-Coño, que en Barcelona, no hay autos que tengan ese aparatito ahí!
El taxista se dio vuelta, vio la cara del gallego, y se quiso mandar una broma.
-Acá en Buenos Aires estamos todos arruinados y le pedimos mucha guita al Fondo Monetario Internacional, pero en la Argentina tenes que cumplir las órdenes de estos hijos de perra.
-¡Pues que no lo entiendo! ¿Qué tiene que ver eso, con ese triangulo que tiene en frente del auto?
-Ahh…No se enteró? Vino a dar instrucciones al Gobierno Argentino una tal “lagartija” del FMI de lo que hay que hacer para mejorar la economía Argentina. Eso que ve usted ahí al frente es una mira. La lagartija ésta que vino de Estados Unidos le ha dado órdenes al gobierno argentino de reducir los gastos en jubilados, se gasta mucho en jubilados, y entonces el Presidente que tiene que ser obediente, le pidió a los taxistas, que jubilado que ande por ahí suelto, le apuntemos con esa mira que tiene ahí el taxi mío, y lo hagamos bolsa. Acá en la Argentina, que matan más viejos jubilados por calle, nos dan un premio en efectivo, el año pasado cobré dos mil dólares.
El gallego se quedo mudo, y no entendía la broma que hacia el taxista, venía a 120 por la autopista hacia el centro, luego de un largo silencio, porque se ve que el gallego quedo impresionado por el relato del chofer y al llegar allá, cerca de Capital Federal, a una esquina, el taxista ve que hay un anciano con un bastón, que empieza a cruzar una calle y para seguir la broma, hace como que lo encara, para atropellarlo y luego desvía el auto para no atropellarlo, atrás se escucho un “PUM” y el taxista pregunta.
-¿Qué fue eso?
El gallego orgulloso le contesta:
-Me va a tener que hacer un descuento hombre, pues si no abro la puerta a ese viejo no lo agarrábamos.
(Telón rápido)