Mauricio y Cristina
cada dia que pasa nuestro
gobierno nacional mete la pata en una
nueva vizcachera. Como demostrando falta
de categoría para un Presidente de la Nación
por más nervioso que este por los resultados de sus medidas deja un sabor amargo y la poca fe que teníamos en este político
nacido en cuna de oro y que no debiera haber sido aceptado como candidato a
presidente de la nación hasta que no se aclarará debidamente la gran estafa del
Correo Argentino y otras más pequeñas, pero nuestro país ya se acostumbro a
tener a los delincuentes en vez de en la cárcel como senadores en el Congreso
de Nación ( caso Menen por ejemplo). Ósea
este parto vino de traste desde
un principio. Lo que nos parece increíble es que un pueblo castigado como el
argentino por permanentes golpes de estado y mentiras de políticos que no
quieren llegar a los altos cargos para pasar a la historia sino para evadir la
justicia. Que bien podría ser el caso de nuestro actual presidente. Nadie nos
va a convencer que tiene que ser el Fondo Monetario Internacional, acérrimo
enemigo de la argentina desde siempre aquí en nuestro país puede pedirle apoyo.
¿Holanda? ¿España? ¿Alemania? ¿Rusia? ¿China? ¿Japón? … y muchos países mas que
simpatizan con Argentina y no esos cerdos
con sus fondos buitres de cómplices que llegaron a embargarnos nuestra
fragata en un puerto extranjero para vergüenza Argentina, ante los ojos del
mundo.
Cualquiera de esos países o un poco cada uno podrían haber
solucionado las urgencias económicas de nuestro país. Pero jamás bajarnos los
pantalones de ante de nuestros peores enemigos, mas aun con todas las pruebas
que obran en el poder argentino sobre la
“calidad humana” del FMI.
Es la reverenda estupidez más grande de que porque aumenta la
nafta tenían que aumentar el 300 o 400 por ciento el peaje y otras atrocidades
más que repercuten en los hogares más humildes. Es que los argentinos
especialmente nuestro presidente a fuerza de creer y creer promesas nos hemos
convertido en algo muy maleable que
merece poco respecto y al que se le hace creer
cualquier cosa.
Nuestra idea sigue siendo que es importante que no vuelva a
cortarse la cadena de la democracia en nuestro país. Pero que nadie nos
pida que aplaudamos la forma en que se
está gobernando el país.
EL DIRECTOR