Mi
amistad con Alfredo Montoya nació apenas nació Ronda Musical y el humilde como
siempre fue vino a pedirme si podía representarlo. De ahí en más todos fueron
éxitos, halagos, alegrías, anécdotas felices, como la que conto Alfredo el
jueves en el Teatro Cervantes sobre su vida y su conexión con nosotros y luego
su carrera que no podía seguir en cañada, como no pudo seguir la de Oscar
Serrano, la de Aníbal Berraute, Miguelito Varvello, Enzo Gieco, Mariano
Quintana y los hijos de dos músicos de los Dijes de Montoya, de Mario Santilli
y Juan Carlos Figueroa, de Carlitos Porcel de Peralta, de Roby Flores y ya
antes Onildo Beltrán, Rogelio Araya y muchos más. Cañada no solo supo fabricar
muebles también estrellas de la música. La única lástima es que la lluvia no
permitió un teatro mas lleno, lo que no impidió que los muchos que fueron
terminaran como yo aplaudiendo de pie y gritando emocionados nuestra admiración
y respeto por lo que terminábamos de oír y ver.
No
crea que son todas alegrías para un periodista con 60 años de cosas lindas y
cosas feas vividas y soportadas por la fuerza de una pasión y una vocación
inquebrantable, como la que tiene Alfredo Montoya, Oscar Serrano y todos ellos,
nuestro diario no se fue a Buenos Aires donde sin ninguna duda Cacho Dinamita
seria la tira de Clarín como por varios años fuera éxito en La Razón. Aquí en
Cañada y la zona los meritos se tamizan Estrella soporta varios frentes
injustos de indiferencia que no llegan a mellar en nada lo que se considera en
la mayor parte de la gente una carrera brillante. El único diario del país
fundado por un menor de edad y dirigido por 60 años sin militancia política y
respetando un mismo lema con la verdad, la justicia y el apoyo al progreso de
todos los pueblos que compone nuestra zona. Sin embargo hay gente que en la
calle no nos saluda y no sabemos porque. Hay un bar en Cañada de Gómez el más
céntrico que no acepta que se lea Estrella
en su local. Y es presidente de un club que le debe un montón de cosas a
Estrella (hasta su mote) de “Topadores” y cientos y miles de páginas destacando
sus campañas deportivas, que uso de nuestros archivos para escribir su historia
pero ni siquiera nos invitaron a sus 100 años de deporte de esencia y
esfuerzos, cosa que siempre destacamos en este diario.
Hacemos
estas menciones para nuestros amigos, porque nuestros enemigos nunca quisieron
venir a Estrella y no sabemos porque. O si, pero no queremos intentar lo que
podría ser un error nuestro decir. Lo que si destaco es que ninguno de las
personas que no nos quieren jamás encontrara las puertas cerradas de Estrella
para decirnos porque no nos quieren y aceptarnos estas disculpas si es que
ellos tienen razón.
El Director.