Antes
de ayer fue 4 de octubre. Un 4 de octubre 60 años después del primer número de
Estrella, preparamos un libro conmemorativo a esa fecha que quisiéramos
presentar en próximos días con la historia y los entretelones de la historia nada
fácil de un diario que capeó cientos de tempestades con la ayuda de tanta gente
que no nos animamos a nombrar porque seguramente nos olvidaríamos de la mitad.
Y porque cada persona, entidad, empresa o dirigente que haya ayudado a
Estrella, siente porqué nosotros lo hemos dispuesto así, que es dueño de este
diario que puede usarlo no solo para informarse sino también para disentir o
coincidir con él y porque este diario siempre en 60 años buscó el progreso,
respeto a la verdad y reclamo por cambios en la justicia con la cual no
coincidimos en estos momentos.
Cada
lector que aprobó o desaprobó una opinión de Estrella es tan amigo como los
demás, con los grandes colaboradores que tiene Estrella, con los grandes amigos
y ex amigos, y somos muy respetuosos de aquellas verdades en las que nosotros
no creemos pero alguna gente sí.
Tiene
que haber un motivo y muy fuerte, para que en una pequeña ciudad nazca y viva
60 años un diario que sirvió a radicales, a peronistas, a antiperonistas, a
demócratas progresistas , a socialistas y comunistas. Nuestra opinión es que la
razón principal de la duración de este diario lo fundó un menor de edad que
tuvo que esperar 17 días para pedir propiedad intelectual y poder exigir
personería jurídica por su revista. Y en esa minoría de edad aun no cabían el
rencor de la política, la falta de comprensión a los que piensan distinto y
también, tal vez una generosa experiencia ganada viviendo en hogares de
trabajadores y no teniendo influencias de fanatismo, ni políticos, ni económicos,
lo que puso a Estrella desde el vamos de aquel 4 de octubre al servicio de
todos y no solo de algunos.
Por
eso nuestros lectores ven que nuestros agradecimientos permanentes para los que
permiten nuestra subsistencia no tiene un color político definido ni siquiera
una creencia religiosa diferente.
Unidos
venceremos decía Perón. “Se puede, se puede, cambiemos” dice hoy Macri.
¿Hay
alguna diferencia? Cuando la celeste y blanca sea el norte de todos, Argentina
será el gran país que merecemos ser.
Y
no vemos otra forma de terminar nuestros editoriales para estas ocasiones sin
ese Muchas Gracias, que en 60 años
repetimos miles de veces.
EL DIRECTOR FUNDADOR