NO LE DIERON LOS TIEMPOS PARA PERPETRAR LA GRAN ESTAFA: Poder
usar el la plata del FMI y dejarle seco el Banco Central a Alberto Fernández.
No caben más adjetivos para
agregarle al presidente millonario que como lo pronosticamos hace 4 años, jamás
iba a poder ser un buen presidente de un país con muchos pobres. Se dio la
lógica, a los ricos le sacan sarna los pobres que los tocan, según sus criterios.
Pero no le dieron los tiempos y los dos últimos pagos del fabuloso crédito que
le dio el Fondo no pudo utilizarlo como él quería. ¿Y qué quería él? Que
entrara y desaparecieran como ocurrió con las anteriores remesas.
Los primeros movimientos y presencia
física de Alberto Fernández, un gran señor sin antecedentes de haberle robado
al país en una estafa del correo ni en ningún tipo de movimiento extraño en
toda su larga historia política. Parece que por fin tendremos un presidente
respetable en la Casa Rosada. Y no es fácil encontrar en los últimos 30 años un
presidente que pueda salir a la calle y mirar de frente a quien lo salude.
Menem preso en su banca de
Senador, solo los fueros hace que no esté en prisión. Cristina perseguida por
la oposición aunque no le han demostrado nada todavía pero con un montón de
adeptos entre rejas. Néstor Kirchner muerto accidentalmente de un balazo en la
cara, murió sin explicar que pasaron con los 500 millones de dólares que le
tocaron a Santa Cruz en la primer entrega de YPF al extranjero como
indemnización a su provincia, dinero que no pudo explicar donde fue a parar,
como tampoco pudo ni el padre ni el hijo Macri donde estuvieron o donde están
los millones de dólares que la familia Macri le robó al país en la estafa del
Correo.
Sentimos como que estamos en un
país sucio, como si en una jefatura de policía se ponen a dirigir las acciones
los presos y meten a los vigilantes, sargentos y oficiales detenidos en las
celdas, todo al revés.
Mientras Macri no sabe otra cosa
que hacer que usar dos palabras, transparencia y crecer, la transparencia la
vemos nítidamente en sus tremendos negociados y la desaparición de miles de
millones de dólares, sin siquiera consultar con el Congreso de la Nación el que
está en este momento de adorno en la peor crisis económica argentina de mucho
tiempo.
Macri ahora acorralado le pide
auxilio al Congreso de la Nación, a quien ninguneó cuando hizo los tremendos
acuerdos peligrosísimos y por muchísimos años con el Fondo Monetario
Internacional como si el fuese el único dueño del país.
Hay algo positivo, los días de
Macri están contados, y tal vez sean menos de los que calculamos.
EL DIRECTOR.