Cuando se tienen 84 años, y 63 y
pico haciendo un Diario, se pueden cometer imprudencias, exageraciones que no
llegan a ser mentira pero tampoco verdad, y están limitándose en la edad un
montón de cosas que uno ya no puede hacer. En el caso mío desde hace 5 años no
puedo hacer caricaturas, no puedo dibujar, pintar, leer ni escribir. Solo
dictar a dos deliciosas secretarias a las que quiero mucho porque me hacen
mantener vivo pudiendo escribir, corregir y arreglar los embrollos que un casi
ciego puede hacer tratando de emular sus virtudes de cuando veía bien y cuando
el almanaque era menos hereje.
Navarro, le comentó a un miembro del diario
que la gente se “cantó” de risa al ver la caricatura de Macri en la portada del
sábado. Navarro se lo comentó quizás con dolor a un alto miembro de este diario
y llegó a mis oídos. No sé cómo hacer para pedirle disculpas, solo que pienso
que en vez de reírse, la gente tendría que haber valorado el esfuerzo, bastante
parecido a que el paralítico salga caminando.
También le pido disculpas a
Navarro que ama a Estrella, como yo, y que seguramente no le habrá gustado el
comentario de esas personas que me exigen más allá de mis posibilidades físicas
y psíquicas. Todavía tengo esperanza de volver a ver bien o mejor para que me
salgan caricaturas como esta, del Sillón de Rivadavia y Cámpora.