Cuando uno ve en televisión como está Mar del Plata, Pinamar, Miramar, Rosario, Córdoba y la misma Buenos Aires repleto de gente en pleno rebrote de la pandemia cosa que asusta a los científicos, a los médicos, a los enfermeros y a todo el personal de salud.
La situación es turbia y la gente no entiende y comprende lo que se está viviendo. Y las autoridades parecen no tienen autoridad como para producir un apoyo total a sus dictados y disposiciones para impedir nuevos contagios que se han triplicado en los últimos días.
Cada enfermo que se cura que son más del 90% es un humano vacunado por la propia enfermedad de la que zafó, sumándole las millones de vacunas que el gobierno nacional ha comprado, todo haría presumir que en la Argentina la pandemia no va a ir más allá de donde está ahora.
Mientras los diarios opositores a los Fernández siguen haciendo papelones y escribiendo estupideces, pretendiendo ubicar de nuevo en el mando nada más y nada menos que a Mauricio Macri, quién dijo muy sonrientemente hace unos días: “Yo, ya había enderezado el barco pero estos lo dejaron de nuevo a la deriva”.
Clarín y La Nación, desvergonzadamente esos dos diarios quieren engañar al pueblo primero con que cometemos la insensatez en la Argentina de comprar vacunas rusas que según ellos son vacunas comunistas por lo cual, al parecer según estos idiotas, Rusia va a mandar todo veneno para matar a todos los Argentinos con esas vacunas, estupideces como estás tenemos que leer hoy en día.
Además son tan pero tan idiotas que dicen que las vacunas alemanas compradas hay que verificar que vengan del sector democrático y no del sector comunista.
Repetir estos conceptos nos incomoda: No vaya a ser que la gente crea que estos son inventos nuestros.
EL DIRECTOR