miércoles, 22 de febrero de 2017

COLABORACIÒN para el diario “ESTRELLA de la mañana” de Cañada de Gòmez.



Reflexiones sobre temas de Derechos Humanos.

DOCTOR JEKYLL Y MISTER HYDE

            El autor de esta célebre obra literaria, Robert Louis Stevenson, nació en Edinburgo, Escocia, en 1.850. Estudió ingeniería y leyes, pero debió interrumpir sus estudios a causa de sus delicados problemas de salud, los que le obligaron a viajar en búsqueda de climas más propicios. Así, recorrió el mundo, conoció Europa, América y Oceanía, radicándose definitivamente en Samoa, isla del  Índico, donde se dedicó a escribir. Alcanzó una gran influencia en el ambiente literario de su tiempo, con notable éxito de público. Como todos los románticos de su época se inclinó por la narración de grandes aventuras, pero también, y como consecuencia del momento del siglo que le tocó vivir, se interesó igualmente por la psicología humana, más concretamente por la dualidad moral del hombre. En su obra más famosa, “Doctor Jekyll y mister Hyde”, Stevenson exalta descarnadamente la bondad y la maldad como dos elementos o conductas que pugnan entre sí, muestra el desdoblamiento de dos personalidades que conviven en un mismo ser, con profundas implicancias morales, en un relato original y asfixiante. El autor murió en 1.894, sin poder siquiera imaginar, aún con toda su pródiga inventiva, que 121 años más tarde asumiría la Primera Magistratura de un lejano país llamado República Argentina un sujeto que encarnaría tan acabadamente en la realidad los extremos de sus personajes de ficción.
             Así, en estos catorce meses de gobierno el Presidente Macri no parece ser el mismo que, en medio de una extensa campaña electoral, repartía promesas grandilocuentes, las cuales no sólo no ha cumplido sino que ha contradicho completamente de manera indisimulable y descarada. Bata recordar sólo algunas. Dijo el candidato a Presidente Macri: “no voy a devaluar”; y en el mes de enero del año próximo pasado se produjo una devaluación impiadosa, de más del cincuenta por ciento, llevando el dólar a 16 pesos de un salto, con el consiguiente aumento de la canasta familiar, los precios de los productos de primera necesidad, el combustible, el transporte, los alquileres, entre otros. Dijo el candidato Macri: “no va a haber ajuste”; pero el Presidente Macri aplicó un tarifazo histórico en los servicios públicos, con incrementos entre un 400 y un 1.600 por ciento en los servicios de luz y gas, llevando a la desesperación y angustia a millones de compatriotas. Dijo el candidato Macri: “vamos a respetar el empleo público”, y el Presidente Macri despidió a miles de empleados en los distintos organismos del sector público y, en muchos casos, reemplazándolos por adeptos a su partido de derecha. Dijo el candidato Macri: “se va a acabar la corrupción”; pero al Presidente Macri se le descubrieron, gracias a un exhaustivo trabajo de investigación de la prensa extranjera, cuentas en paraísos fiscales, las que se utilizan para evadir o “lavar” activos malhabidos, además de otros hechos que involucran a distintos funcionarios del gobierno como las “bolsas” de su Vice-presidente Michetti por las cuales está imputada en la Justicia. Además, recientemente, y con un tráfico de influencias vergonzoso, se despachó con una condonación de setenta mil millones de pesos de deuda a empresas de su padre, que es como decir a sí mismo. Dijo el candidato Macri. “vamos a respetar la institucionalidad”; pero el Presidente Macri nombró por decreto a dos jueces del máximo Tribunal de Justicia de la Nación, uno de los cuales representaba al grupo ”Clarín” que, llamativamente, apoyó y colaboró abiertamente con su campaña electoral; además, flaco favor le hace a las instituciones de la República ignorar olímpicamente los dictámenes de los Organismos Internacionales que se pronunciaron a favor de la libertad de Milagro Sala, permitiendo que haya detenidos por causas políticas en Argentina. Dijo el candidato Macri: “la obra pública no va a ser sinónimo de corrupción”, y el Presidente Macri le entrega la obra pública del país a sus familiares y amigos; prueba de ello es la reciente “licitación” llevada a cabo para la remodelación del Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario, adjudicada a su primo Calcaterra, alentando los negocios de la familia presidencial con el estado. El candidato Macri habló de “pobreza cero”, pero el Presidente Macri aumentó el desempleo, la desocupación volvió a registrar dos dígitos, el trabajo informal creció en forma incontenible durante el último año, y aumentaron en forma alarmante las raciones alimentarias y las copas de leche en los comedores populares.Tan despreciablemente insostenible resultó esta mentira, que el propio Jefe de Ministros tuvo que salir a decir que la pobreza cero “no se va a poder alcanzar”. Dijo el candidato Macri: “va a mejorar la educación”, pero el Presidente Macri hechó a tres mil trabajadores del Ministerio de Educación, cerró el Instituto de Revisionismo Histórico, y terminó de un plumazo con sendos planes educativos, como el plan “Conectar Igualdad” por el que se proveían de computadoras a los alumnos de todo el país y el plan “Progresar” , gracias al cual se entregaban becas para que miles de jóvenes pudieran iniciar o continuar sus estudios secundarios. Dijo el candidato Macri: “no se va a tocar el 24 de marzo como día de la memoria”, en una promesa expresa a las Abuelas de Plaza de Mayo, y el Presidente Macri con un reciente “decretazo” con el que eliminó días feriados cambió también aquella fecha de recordación, en una clara muestra simbólica de la importancia que tienen en su agenda los Derechos Humanos.
            Estas son sólo algunos ejemplos de las incongruencias y las mentiras del Presidente de la Nación. Podíamos seguir. Creemos que son la clara y triste demostración del producto ideológico del que deriva el Presidente, y del cual algún día deberá rendir cuenta, porque ya han desgobernado a la Argentina, arrastrándonos a crisis económicas y morales sin precedentes. Sólo que esta vez están legitimados con el voto popular. Nos habla permanentemente de “cruzar el puente” hacia un nuevo país, pero no nos dice que ese país va a ser para pocos, para una élite burguesa donde la mayoria no va a tener cabida, un puente que, con mucha estrechez y fragilidad, se está levantando con serio riesgo para la inmensa mayoría del pueblo, que quedará desamparado, desprotegido, sin incentivos y con nulas posibilidades de crecimiento.
            Esta son las dos caras, las dos morales del Presidente Macri.
            Hace casi doscientos años, un gran luchador por la libertad y la igualdad de los hombres, Abraham Lincoln, un Presidente en serio, repetía un pensamiento providencial: “Se puede engañar a todos algún tiempo, y se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”. El libertario estadounidense sentiría una profunda complacencia al constatar que la Historia le diera, drástica y dramáticamente, la razón.-
                                                                      
                                                                                  Dr. Adrián L. Bergesio

                                                                       Mail: adrianlbergesio@yahoo.com.ar