sábado, 25 de febrero de 2017

UN CUENTO CORTO POR ATILA JARTTI.


Los muchachos del club comentaban permanentemente temas que tenían que ver con los plátanos hasta que una noche de Abril del 2021 el más viejo de ellos, que terminaba de perder a un amigo muy querido por un problema bronquial, hizo un asado e invitó a diez amigos elegidos por él por alguno de sus rasgos salientes más fanáticos entre esos diez que invitó Miguel Ángel que así se llamaba el viejo, había un tornero, dos empleados de fábricas de muebles, dos empleados municipales, y dos gordos compañeros de escuela o sea tan viejos como Miguel Ángel y que siempre salían juntos y otros. El misterio era qué le pasaba a este viejo al que no le sobraba el dinero pero se daba el lujo de invitar a diez amigos a un asado, con el precio que tiene la carne hoy en día algunos tuvieron un poco de vergüenza y cayeron con una botella de vino, otros trajeron una gaseosa como para alivianarle los costos a Miguel Ángel y se fueron a comer el asado en ADEO  en un salón donde estaban prácticamente ellos solos.
Muy lindo el asado, bien regado con vino, y cuando llegó el final de las comidas Miguel Ángel con una cuchara hizo sonar como una campana una botella vacía para que todos lo escucharan y habló así:
Se me termina de ir culpa de estos plátanos hijos de puta mi mejor amigo. No le pregunto a ustedes porque sé que cada uno de ustedes o tienen catarro, o problemas pulmonares, o se le habrá muerto algún pariente, o ser querido, o amigo culpa de esas esquirlas que tiran los plátanos que tapona bronquios mientras las raíces rompen las veredas, el pavimento cuando no te sale como una vieja que falleció no hace mucho la punta de una raíz por el agujero del inodoro. Muchachos los llamo para formar  el grupo Ku Klux Klan contra el plátano. Así como los norteamericanos blancos mataban a los negros en Estados Unidos así tenemos que actuar nosotros con estos plátanos que están matando a nuestras familias y a nuestros amigos. Los elegí porque sé que piensan igual que yo, compre dos motosierras, las tengo en el galpón de mi casa, le pedí a mi señora que hiciera 10 capuchas negras con dos agujeritos para que puedan ver quien se las ponga y quiero formar el batallón de la muerte del plátano. Esto no tiene que salir de acá por eso los elegí, no damos a conocer tampoco el día que vamos a salir pero opino que tendría que ser rotativo la elección del día en que los diez nos juntemos en el galpón de mi casa agarremos las dos motosierras nos pongamos los capuchones y agarramos cinco para un lado y cinco para otro lado, elegimos una cuadra y con motosierra cortamos todos los plátanos que podamos, dejándole solamente medio metro de altura que sirvan de asiento para la gente pero así esos plátanos no van a  seguir envenenando a nuestras familias. ¿Qué opinan ustedes?
Hubo un silencio. En realidad Miguel Ángel había sabido elegir bien a esos diez soldados de este batallón de la muerte del plátano. Todos pensaban igual, todos podían ser muy reservados y todos tenían motivos para odiar al plátano. A los dos minutos o tres saltó Salvador “el Chapu”, uno de los más jóvenes del grupo  y gritó:
-Miguel Viejo nomás era hora que alguien tuviera huevos sin tener gallinas.
- Se entrecruzaron las ideas, y en 15 o 20 minutos más terminaron con las botellas de vino que sobraban y quedó formado para arrancar el 1 de Mayo del 2021 el batallón de la muerte del plátano.
Todo fue muy en secreto. Ninguno de los diez ejecutores de este plan lo comentó con sus mujeres ni con sus familias y del 2021 las autoridades provinciales tuvieron que prohibir los plátanos ante la descarnada lucha de ese batallón tan parecido a Ku Klux Klan norteamericano del siglo XIX .
(Telón pachorriento)