viernes, 10 de marzo de 2017

OTRO 17 DE OCTUBRE

A ningún argentino, pero argentino de verdad le puede haber gustado la monstruosa manifestación de disconformidad popular que existe hoy en el país contra las medidas del nuevo gobierno.
Es más nosotros somos los que estamos convencidos que no sería positivo que se vivieran jornadas como las que terminaron con el gobierno de Fernando De La Rúa, con saqueos por hambre, muertos y heridos.
Mauricio Macri demostró que sabe dar marcha atrás y debe seguir con esa conducta, que es la única que le va a permitir superar los errores que su equipo comete en diversos rubros de su gobierno.
En este diario repetimos muchas veces en 60 años que no puede ser presidente alguien que no haya tenido contacto con la pobreza, con los trabajadores,  con las bases de la sociedad  más populosas, que son justamente parte de los que llenaron las calles de Buenos Aires el martes pasado evidenciando su descontento y sus frustraciones.
Seguimos creyendo que es mucho más solución que Macri le baje decibeles a su entorno gorila, los emporios económicos dominantes que lo rodean. Hubo un 17 de octubre en el 45 que pedía que volviera alguien. Y ese 17 de octubre fue histórico más allá de los diversos cambios políticos que se produjeron en Argentina a partir de esa fecha, que no es nuestro tema de hoy.
Ahora se produjo un 7 de marzo de 2017 donde el pueblo sale a la calle no pidiendo que vuelva alguien sino que alguien se vaya. Nosotros consideramos que hay diferentes caminos cuando hay buena voluntad y se trata de esquivar la violencia de un reclamo con paros generales que todos ellos perjudican al país y a su gente, crea el desorden, la violencia, la falta de diálogo entre otras cosas.
Indudablemente el idioma usado por el pueblo pobre, trabajador, los gremios y los disconformes con esa multitudinaria expresión popular tienen que haber incidido en que se tomen las medidas que el pueblo necesita y se eliminen las franquicias que hoy  tienen en el país los sectores ricos.
No sería bueno que Macri renunciara y tuviera que irse en helicóptero como De La Rúa, pero de lo que estamos si seguros es que la expresión del pueblo del martes pasado tiene que haber producido muchos cambios que eran imprescindibles para que el país retornara a la normalidad.

EL DIRECTOR.