sábado, 22 de abril de 2017

70 AÑOS DE POLÍTICAS EQUIVOCADAS

POR:  Fernando U. Pandolfi.
LA LEY DE LA NACION

(Nota 11) 
Quiero expresar mi orientación política filosófica para que el lector entienda por donde dirigiré mis ideas en este panorama de análisis que hago para aclarar cuanto he creído y cuanto he sido defraudado. Desde la escuela primaria supe que la Constitución Nacional era la ley madre de la República, que para ser un ciudadano libre y honorable tenemos que ajustarnos a sus leyes y fundamentos. En otras palabras se adoptaba la forma de gobierno representativa, republicana y federal. Republicana porque el Estado está dividido en tres poderes independientes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Federal porque cada provincia es autónoma. En conclusión sería nuestro país una institución democrática republicana donde el ciudadano se vería motivado en plena libertad cumplir con su acción existencial y su convivencia liberal. Quiero citar algunos conceptos de Ayn Rand, escritora norteamericana contemporánea, donde le atribuye a todo ser humano la capacidad de razonar en un régimen de libertad absoluta. Afirma que el hombre en libertad encuentra sus propios valores de vida y de lucha y que nadie debe imponerle sus convicciones mediante una intromisión en su conciencia. Motivo aprovechado en una sociedad atenida y conformista como la nuestra. Pero también debe saberse que nadie nos dará con facilidad la posibilidad de ser un espíritu independiente. La clase política está al asecho de agruparnos en místicos proyectos movimientistas de luchas reivindicativas. Los hombres liberales son emprendedores, trabajadores de buena fe pero presionado por las elites para quitarle la personalidad y el propio convencimiento de su esfuerzo. La comunidad honesta es progresista, debemos tener una alta estima de nosotros mismos y ejercitarnos en la más encomiable acción de superación. Cada uno de nosotros tendrá la particularidad de denunciar la corrupción porque está animado por la libertad de pensamiento. El trabajador libre se rebela contra una realidad hostil y desquiciada de la opresión. También participa del un sindicalismo democrático con la base de las autoridades renovables con la periodicidad que determinen los estatutos.