Ver a un país como Venezuela que no hace muchos años nos prestaba plata, combustible, y nos apoyaba como un país fuerte bajo las órdenes de Chávez a hoy, con todo el pueblo venezolano en la calle al borde de una catástrofe social, no pasaron muchos años.
Desde que los Kirchner gobernaban Santa Cruz que luego quedara en manos de nuestro amigo Cañadense Daniel Peralta pasaron pocos años también y está pasando en el provincia del sur argentino algo muy parecido a lo que está pasando en Venezuela, hoy bajo la gobernación de la hermana de Néstor Kirchner como gobernadora donde por tantos años fue tierra de Néstor.
En ambos casos la política fue el virus de la catástrofe. Es imposible gobernar una ciudad, una provincia un país sin un espíritu de Justicia social de tolerancia, de paz y dándole al ser humano el carácter de primero y principal objetivo de cualquier mandato político.
No estamos en un buen momento mundial. Por eso tenemos necesidad de mejorar el momento nacional, de desactivar el odio, el revanchismo y que la justicia deje de jugar a la escondite y ejerza contra quienes le fallan al país las presiones y expulsiones que podrían favorecer soluciones que son imprescindibles e impostergables.
Los números son claros. Ha bajado el 40% aproximadamente el consumo de alimentos y solo aumentó en la Argentina la venta de autos 0km, lo cual evidencia cuales son los sectores favorecidos por la actual política económica.
Un auto 0km lo compra un rico y un kilo de mortadela la compra un pobre.
Seguimos creyendo, no tenemos otra. Cambiar el barco en el medio del río es imposible, pero lo que sí es posible es cambiar el rumbo de ese barco para llegar al puerto de destino. Eso es lo que le pedimos a Dios para los argentinos y obviamente al gobierno de Macri para nuestro país.
EL DIRECTOR.