sábado, 17 de junio de 2017

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA NACION Y SUS AMIGOS

Cuando hace unos días en este mismo espacio hicimos una editorial analizando que existía el peligro que la clase pasiva, jubilada y la gente mayor con enfermedades que le atiende el PAMI desde hace muchísimos años pasaron a entrar en una ciénaga que iba a alterar seriamente el cumplimiento de una función que un presidente de la nación debiera tener a la derecha de su mandato y con orden de pronta atención.
Como nunca faltan quienes quieren darle una orientación distinta a cosas que decimos los periodistas que antes que a la política quieren servir a la gente. Nosotros estamos en la calle, en los bares, en reuniones a las que usted señor presidente no puede concurrir por razones obvias.
Si tenemos que pedir perdón pararnos y aplaudir una medida suya, lo haremos que evite el pánico, la desesperación, y el sentimiento de desamparo a los viejos de mi país, seriamos muy felices. Tal vez lo que ocurra es que sus colaboradores o son demasiados jóvenes, o no se dan cuenta que ellos también van a llegar a viejos, van a necesitar insulina si tienen diabetes, van a necesitar mejores haberes jubilatorios porque hoy esos haberes apenas le alcanzan para remedios que parecen no tener ningún tipo de inspección oficial y aumentan en forma abusiva, delictiva (porque atentan contra la vida de la gente que no puede llegar a pagarlos). 
Varios de sus discursos me gustaron mucho, pero algunas actitudes de su gobierno tratando de ahorrar dinero extrayéndolo del sector más necesitado  nos hacen cruzarnos de vereda y analizar si realmente tenemos razón al defender su gestión y pedirle a la gente como lo estamos haciendo que le den tiempo porque nuestro país venia muy castigado por la corrupción y los errores cometidos por anteriores gestiones. 
Seguimos pensando igual que en nuestro editorial anterior señor presidente pero todavía seguimos confiando en usted. Porque siempre hemos tenido esa actitud. Jamás fuimos un periodismo partidario ni participativo en gestiones de gobierno. Simplemente hemos sido el diario del pueblo. Del pueblo joven, del pueblo adulto, de los viejos, de los socialistas, de los peronistas, de los radicales, de los demócratas progresistas y hasta de los comunistas, porque nunca nos olvidamos que el primer comunista reconocido en la historia fue nada menos que Jesucristo. 
Sr. Presidente: casi le rogamos que accione usted directamente con su mejor sentido humanitario evitando la crueldad de la angustia y el pánico que las últimas noticias que dio a conocer su gobierno crearon en los jubilados, en los ancianos y en los diabéticos. 
El pueblo argentino, Sr. Macri, no son el 3% o el 2% de ladrones, y malos funcionarios que todos conocemos. Argentina es un gran país de personas con gran capacidad de trabajo y enorme tolerancia para esperar que las promesas políticas lleguen a cumplirse finalmente. 
No tenemos nada contra usted, pero descontábamos antes que se produjeran, las protestas airadas de los jubilados discapacitados y de las versiones que dan a rodar algunos de sus colaboradores sobre recortes en las jubilaciones. Algo absolutamente lejos de los brillantes discursos con que usted nos gano la confianza no hace mucho tiempo
Esperamos no molestarle con esta nota que pensamos enviarle a la Presidencia de la Nación y le deseamos la mejor de la suerte. Muy atte. y con todo respeto.

José Antonio Ramacciotti  
Director Fundador Decano de un Diario Argentino