Ayer
la juventud festejó su día, y como ocurre muy pero muy a menudo llovió el día
de la primavera.
Se
ve que los angelitos que manejan la meteorología no llegaron a ser jóvenes ni
fueron a la escuela, por eso seguramente no gestionan ante el CREADOR que todos
los 21 de septiembre tenga la luz, el color, la alegría que merece la juventud
del mundo. Es obvio que hablamos de la buena juventud que es la enorme
mayoría de los jóvenes que habitan este
planeta.