Al haber cumplido 60 años de periodismo el miércoles nos creemos con algún derecho a que nuestros lectores lean esta nota. A los 82 años, edad que va a cumplir en pocos días el autor de esta nota, se llegan a conclusiones algunas sabias, otras fruto de la experiencia recogida, y no pocas de errores cometidos en la vorágine de la vida.
Siempre hemos sido fanáticos del amor, de la amistad, de la comprensión, y de todas aquellas actitudes enfrentadas con el odio, el rencor, y el revanchismo. Es muy distinta la vida hoy a hace 80, 70 años atrás en el mundo. ¿Qué factores cambiaron tanto las costumbres humanas?
Ya las parejas ni se casan, se juntan, así adquieren menos responsabilidades y no dejan de gozar de la libertad de un vinculo que cuando pasan por el registro civil y la iglesia son como tremendas cadenas que en teoría obligan a una pareja a vivir y tolerarse «hasta que la muerte los separe»
No vamos a ser tan necios de creer que la gente va a leer esta nota y va a cambiar la orientación de su vida. Sería una idiotez creer en semejante posibilidad. Pero si pueden ser efectivas estas palabras que provienen de la experiencia de un hombre que no sabe lo que es odiar, no sabe lo que es el rencor y su gran sueño ya cerca del final de su vida es convertir en amigos a los enemigos que él cree nunca se mereció.
Leer los diarios aterra, ver los noticieros de televisión produce escalofríos, hijos que matan a sus padres, madres que tiran a la basura a su bebé recién nacido, padres que asesinan a la mujer con la que concibió hijos y hasta nietos. Madres que acuchillan sus maridos o hijos que asesinan a sus padres. ¿De qué estamos hablando? ¿Acaso usted no tiene una radio, un televisor, un diario a mano para verificar que eso es lo que está pasando hoy en el mundo?
Nos explicamos la desesperación de nuestro querido Papa Francisco al ver la orientación que está tomando la sociedad del mundo en todos lados.
Conocemos pocos padres y madres separados que mantengan una relación amistosa, cordial, coherente con lo que es un ser humano. Al fin y al cabo aquello de «donde hubo amor cenizas quedan» tendría que respetarse mucho mas.
Usted nunca tuvo un amigo que por una discusión política o por la maledicencia de terceras personas malvadas dejaron de ser amigos. Por supuesto que si ¿Cómo no hacer algo? Organizar grupos de ayuda para que madres y padres separados porque se les terminó el amor pasen de ser enemigos a ser tan solo amigos. Acaso esos hijos que trajeron al mundo en su momento, ¿no merecen el respeto de un padre y una madre? ¿Es imposible lograr que donde hubo amor y dejo de haberlo, quede al menos un pedazo de amistad, un trozos e alegrías vividas en otros tiempos con el primer llanto de un hijo, con su primer día de escuela con los primeros mimos y orgullos con que un padre una madre muestra a su hijo y luego ese pobre chico entra en el cono de la tempestad a que son sometidos por los divorcios y separaciones de sus padres?
Por supuesto no pretendemos ser nosotros los que podemos cambiar las relaciones humanas de los divorciados y los separados. Pero si nos sentimos mejor diciendo estas cosas en que poca gente piensa y mucha gente puede ayudar a que no sigan ocurriendo en este mundo cruel y cada día más cruel en el que estamos conviviendo todos.
Piénselo… y analice esto que le decimos hoy y quién sabe si no puede darnos una mano para que el cambio empiece a producirse luego de que la sociedad en este tema ya toco fondo.
EL DIRECTOR.