Uno ya vivió
la era de mitad del siglo pasado donde
los médicos de todo tipo menos la partera, desconectaban el timbre y el teléfono
para que de noche lo dejaran dormir tranquilo sus pacientes. Venía a ser algo
así como que la gente tenía permiso para enfermarse o morirse de 8 a 20 hs
todos los días, pero que no se le
ocurriera enfermarse sábado a la tarde, domingo o de noche porque nadie o muy
poquitos médicos no desconectaban el timbre, el teléfono y hasta que surgió la
era del CEMI y de los sanatorios. Pero los sanatorios tienen un enorme aliado
con los médicos y enfermeros del CEMI
las 24 hs del dia, todos los días de la semana y durante todo el año.
Habría que
destacar 3 figuras: Juan Carlos Midahuar, Jose Soldevila y Víctor Hugo
Bosio, que se nos fue muy joven y con ese inconfundible humor y esencia de
buena persona que tenía. Y como Víctor
Hugo Bosio tenía una funeraria que sigue funcionando y muy bien en manos de su
hijo solía decir en los discursos que el CEMI “daba total cobertura del infarto a la sepultura”… Victor Hugo
agregaba una de sus dos actividades socio del CEMI y dueño de una funeraria,
que junto con el cholo Altman hoy tiene un excelente servicio para las horas
más dolorosas de la gente.
Estas notas
que le hacemos al CEMI de vez en cuando
tendrían que ser mas a menudo pero se
nos pasa, porque no se nos ocurre que haya alguien en Cañada de Gomez y la zona
que exista un empresa modelo que funcione y haga todo lo que hace el CEM.
De vez en
cuando nos parece muy justo y oportuno destacar nuestro fanatismo agradecido, a
una empresa que hace honor a la cuidad a sus autoridades a sus profesionales y
a todos los asociados que tiene el CEMI
sabiendo lo importante que es en la tranquilidad de las familias.
Siempre
terminamos cuando hacemos una nota sobre el CEMI diciendo gracias Juan Carlos, gracias
José y todo el equipo médico y de
enfermeros con que hoy el CEMI permite
que su cuidad duerma tranquila.