miércoles, 13 de junio de 2018

LA PAGINA DE ATILA JARTTI CUENTO CORTO



Había un petiso medio pelado en el barrio de Caballito, que se iba todos los días al centro en subte,  se pasaba horas y horas yendo a los teatros donde ensayaban las grandes obras de que se exhibían de Viernes a Domingos en los mejores escenarios. El petiso Gabriel quería ser actor de teatro, pero no le daba ni la estatura, ni el carisma, ni la voz, para encajar como extra en alguna obra.
Sin embargo, Gabriel iba e iba todos los días, hablaba con el Director con  los  dueños del teatro, con los actores, pidiéndole un puesto de extra, o cualquier otra cosa, porque él quería ser actor. La gente lo escuchaba pero ni su presencia ni su voz encajaban en ningún puesto. Sin embargo,  el petiso seguía insistiendo y seguía insistiendo. De los teatros de Buenos Aires se había hecho amigo de los porteros, de los acomodadores, a tal punto que todos se hicieron amigos, porque era una buena persona, con la ambición de llegar a actor de teatro.
Pasaron muchos meses hasta que un director le tuvo lastima. Le dijo:
-          Espérame un ratito  muchacho, a lo mejor te puedo dar algo. Gabriel pareció tocar el cielo con las manos.
      Lo esperó con una agitación y una emoción que lo tenían tembloroso, feliz.
Terminó el ensayo y el director salió al hall a hablar con Gabriel, que con sus ojos abiertos desmesuradamente le pregunta:
-          ¿Es cierto señor, que voy a trabajar en su obra?
El director le responde:
-          Hay que empezar de abajo, pibe, el papel es cortito, pero vos vas a hacer el ultimo actor que va a quedar en el escenario frente al público, cuando termine la obra.
-          Vení mañana que te doy el libreto.
De más está decir que el petiso, el dia siguiente, estuvo una hora antes del ensayo, para hablar con el director.
Antes de  empezar el ensayo, el director le dice al petiso, haciéndolo pasar a su camarín:
-          Mira muchacho, tenes que hacerlo con pasión, vos sos el ultimo actor que entre a escena cuando el Rey le corta la cabeza a la Reina. Ahí entras vos y dramáticamente, , le gritas al Rey: ¡¡ Qué motivos tuvo¡!!? Es lo único que tenes que decir, o sea que si bien tu papel es corto, sos el único que va a estar en la escena cuando el público arranque con los aplausos. Estúdialo, practícalo, porque vos vas a ser el que más aplausos va a recibir.
Le dio un papel el Director, y el petiso se fue como si se hubiese ganado la grande. Llegó a su casa agitado, fue al dormitorio de sus padres, que tenían un ropero grande con un espejo para cuerpo entero. Se puso delante del espejo y empezó a ensayar, primero agarrándose la cabeza- 
¿Qué motivos tuvo??
Probo otra pose con su  rodilla izquierda se arrodillo en el suelo  levantando  el brazo derecho  y dijo: ¿ Qué motivos tuvo?.
Durante toda la noche ya que sus padres habían ido a jugar  a la quiniela de unos vecinos, frente el al espejo  Gabriel seguía insistiendo a veces con las dos piernas abiertas  y ensayaba con distintas voces más finas, más gruesas ¿Qué motivos tuvo???  Así paso dos días el petiso, no veía la hora en que llegara el viernes en el que se inauguraba la obra en el teatro Lola Membrives.
Por supuesto el petiso Gabriel una hora ya estaba en el camarín que le habían otorgado porque no quería fallar, también en el camarín tenía un  gran espejo donde aprovecho la hora que le faltaba para analizar cuál de las expresiones que el había ensayado le parecían mas dramáticas para su actuación.-
¿Qué motivos tuvo? Y seguía repitiendo la única letra que tenia con distintos tonos de voz.
Cuando el director empezó la obra llego y le dio un abrazo al petiso y le dijo: no me falles muchacho.
El petiso siguió ensayando mientras duro toda la hora frente al espejo ¿Qué motivos tuvo?? ¿Qué motivos tuvo?? El corazón le latió fuerte cuando sintió que le golpearon la puerta del camarín y uno de los asistentes le grita:
-¡¡Tú turno Gabriel!!
Salió ya con su vestimenta multicolor anchos pantalones violetas y una camisa suelta amarilla, con pinzas en los costados fue corriendo y se ubicó detrás de la bambalina esperando su turno, el teatro estaba de lleno   y el petiso esperaba la orden, cuando por ahí el ve que el rey en la obra  le grita con una espada en la mano:
-Muere reina indigna!!
Y   ahí  es cuando el director le da la orden al petiso: ahora Gabriel!
Con la reina caída y el rey levantando la espada, el petiso da un saltó y entra al escenario y levantando una rodilla y los brazos dirigiéndose al rey le grita con vos profunda:
-          Que tubo tengo metido !!!. mientras el director se desmayaba la gente se reía.
        (Telón rápido)