Vemos cada vez más presencia
policial en la calle ante el aumento de la inseguridad y robos domiciliarios.
Algunos realizados en pleno día y en lugares bien visibles, mientras la policía
se juega la vida para detener a los autores, la justicia sigue siendo la
culpable. Y le explicaremos por qué.
1. Buenas
actitudes policiales logran desbaratar robos y recuperar elementos robados. Los
culpables recuperan la libertad en pocas horas.
2. Es
imposible pretender seguridad si la justicia deja en libertad a delincuentes
con 20 o 30 entradas en la policía por los mismos delitos por los que hoy son
detenidos.
3. La
policía se siente burlada por la justicia que no valora el riesgo personal de
cada policía en cada acción de esclarecimiento y detención de delincuentes.
4. La
torpeza mayor de la justicia: no publicar las fotos o tapar las caras de
delincuentes con muchas entradas en la policía como tratando de salvarlos de
ser identificados por la gente, una tarea inconcebible.
5. Desde
el lejano oeste hace dos siglos el mejor sistema era publicar carteles con las
caras de los delincuentes y esa era una muy buena medida para localizar a los
forajidos. Hoy se hace todo al revés en la Argentina. Se oculta la identidad de
quien dentro de un rato puede entrar a robar en su casa. Además se produce la
difusión sin nombre y apellido de los delincuentes, son masculinos o femeninos,
y muchos de ellos bien podrían estar trabajando dentro de su casa en una tarea
domestica o de otro tipo, no le dan importancia publicar la identidad de los
delincuentes, cuando la población necesita saber quiénes son, justamente para
cuidarse de ellos.