En este momento de la Argentina,
donde todo pareciera manejarse con dinero es imprescindible que haya una
profesión que sea un sacerdocio: el periodismo.
Desgraciadamente está manchado
ese título profesional de periodista con algunos proyectos de políticos
corruptos que se dicen periodistas para poderse delante de una cámara o un
grabador y decirle a la gente lo que le pide el bolsillo y no la razón.
Estamos cansados de los Lanatta y
de otros de esa línea que responden a capitales y no solos esclavos de la
verdad, ni de la justicia.
En cañada de Gómez, como en todo
el resto del país, como algo instituido ya en la sociedad gran parte del
periodismo se maneja a través de sobornos y chantajes. Eso es algo que los
buenos periodistas, entre los que queremos estar anotados, no se despeguen de
la verdad por una tanda más o una tanda menos de publicidad o un sueldo bajo la
manga para tratar de convencer a la gente que el sol sale de noche.
En Cañada de Gómez tenemos muy
buenos periodistas, buenas radios y no somos nadie o no nos sentimos capaces de
castigar a un colega porque no piense como uno. O sea que lo primero que
tenemos que hacer es respetar la profesión de nuestros colegas y que cada uno
se maneje según le dicte su conciencia.
Queremos destacar eso sí, que
tenemos excelentes periodistas en la ciudad y nos agrada mencionar a uno como
un ejemplo: Miguel Gervan, que con su hijo hacen un hermoso programa regional y
ponen el mapa de buen periodismo televisivo a Cañada de Gómez.
Miguel Gervan, un ejemplo que
supo superar las consecuencias de un terrible accidente que casi le cuesta la
vida hace muchos años y ciertas limitaciones visuales y que no se notan para
nada en sus programas de televisión de nuestra región.
Miguel, la mayoría de los
periodistas estamos orgullosos de tener un colega como vos.
EL DIRECTOR.