Kim Jong-un, presidente de Corea
del Norte, y el presidente de EE.UU, Donald Trump se están comunicando en un
trono considerador y amistoso en diversas notas que han intercambiado.
A Donald Trump, le gusto que en
los desfiles de sus tradicionales enemigos no se muestre la potencia nuclear,
ni militar que tiene ese país asiático descomprimiendo una situación muy
tirante como si fuese una amenaza para los EE.UU y eso le agradó al presidente
norteamericano y allí comenzó un intercambio que ni el más optimistas de los
seres de esta tierra podría haber imaginado poco tiempo atrás, como si ambos
países estuviesen amenazándose uno al otro con un ataque atópico.
Es indudable que esta noticia, a
mucha gente le resbala o no presta atención, es una de las mejores noticias que
los seres humanos podemos festejar en todo el mundo. Además representa un
ejemplo que muchos países con importante poder bélico se imaginaban muy pocas
semanas atrás. ¿Habrá llegado la hora de la paz por la que tanto lucha
Francisco?
Dios quiera que así sea.
EL DIRECTOR.