sábado, 22 de septiembre de 2018

INVESTIGACIONES A PEDIDO



Estamos un poco ofendidos con la Justicia tal como se administra en Argentina. Hablando en popular, nuestra justicia se parece demasiado a nuestra infancia cuando íbamos a patear al campito y el que disponía de todas las cosas era el dueño de la pelota.
Y todos nos quedábamos porque nos interesaba jugar, aunque el dueño de la pelota armara mal el cuadro, pusiera los horarios a su antojo, elegía los referís, y todas esas cosas cuando pibes, y que hoy se parece tanto al gobierno Macrista. Nos tenemos que bancar que sea Bonadío el juez de Cristina, que diga y se desdiga todas las veces que quiera López, el de los sacos de dinero, y que en lo posible, todos lo que se manejen en contra del kirchnerismo o el peronismo son sacados como chicharra de un ala de los lugares jurídicos.
No nos olvidemos, si nos creemos buenos periodistas, que “burradas” hubo también en la época peronista. Y tuvimos pruebas en Cañada de Gómez a la que algún alcahuete de Peron que quería ganar galones le cambió el nombre y nos rebautizó Ciudad Evita en vez de Cañada de Gómez, la calle Lavalle dejó de llamarse así y se llamaba Juan Perón, y la calle Ocampo Eva Perón. ¿Cómo esos excesos de chupar medias no le iba a caer mal a la gente que estaba en la oposición? En Cañada ya se llamaba el parque municipal Juan Perón, pero tenemos que entender que hacía muchos años ya que los argentinos  veníamos sufriendo ataques de la oligarquía que no fomentaba la industria, que sí la fomentó Peron después, ni la justicia social que la impuso luego el líder Peronista y cosas que a la distancia uno se da cuenta que después de tantos años una idea radicada del poder en la Argentina pudiera creerse dueña de todas las verdades, de todas las riquezas, y de todas las estupideces que generalmente son cosas que cometen los hombres muy ocupados de trabajo y muy aferrados a las nuevas ideas que quieren implantar.
Creemos que ya no estamos en eso. Nosotros creemos que no le da el cuero a nuestro actual presidente de poner en vez de Buenos Aires, cambiarle el nombre y ponerle Franco Macri, cambiar el Aeropuerto de Ezeiza y que se llame Presidente Macri, y todas esas torpezas que los propios peronistas reconocen haber cometido por el exceso de entusiasmo que le producía ver que por fin la Argentina, gracias al primer Gobierno Peronista cambiar el orden de los factores que sí cambiaban el producto abriendo fábricas, conduciendo a los descamisados de Evita a fundar sus gremios y los decretos con los que desde ahí tenían que chocar de frente los ricos que eran como son hoy los dueños encubiertos del país. Todo esto no hace más que entorpecer lo que viene desparramado sin planificación de mentira en mentira por parte del gobierno o de promesa en promesa, de parte de los que nos están gobernando, y todos los que en este momento en la Argentina están navegando a la deriva con serios problemas de naufragios.
Nosotros sabemos que Macri no va a estar otro periodo más; por eso nos duele y nos molesta que nuestro actual presidente comprometa al país a pagar astronómicas sumas de dólares al gobierno que este conduciendo la Argentina dentro de dos años o tres, o cinco o cuarenta, según se le haya ocurrido a este gobierno convenir los pagos que hay que hacerle al FMI desde hoy en más.
No tenemos dudas que Macri no va a ganar en el 2019, por lo que vemos absolutamente absurdo que el firme deudas que tengan que pagar las próximas generaciones de argentinos, que no fueron consultadas sobre las mismas, y que seguramente no podrán pagar porque son cifras incalculables.
Todo está orientado hacía un rompimiento de la marcha democrática y del respeto a la Constitución Nacional que son dos factores esenciales si queremos encontrarle una salida  a este despilfarro en el que nos metió el Presidente actual al llamar al FMI para que venga a enseñarnos a gobernar una rica Nación Sudamericana, quizá la más rica del mundo.
     EL DIRECTOR.