La renuncia del presidente del Banco Central, la sugerencia
de Hugo Moyano que “se tome el raje” la decisión de Frigerio que se muestra
desorientado y no saber donde renunciar, es parte de un desgobierno mucho peor,
ya en este momento, al 2001 de Fernando De la Rúa.
Macri acostumbrado a sus métodos dirigiendo un club de fútbol
fue a buscar a su hija a la escuela en el helicóptero presidencial. Cosechó
miles de insultos, y demostró que es cierto todo lo que los argentinos
descubrimos tarde: jamás un presidente será buen presidente de un país, tomando
como modelo a un presidente de club de fútbol, a una persona que ya tiene causa
con la justicia por las obras de Yacyretá y Correo Argentino junto con su
padre, y para llegar a ser presidente mentir exactamente al lado opuesto de sus
promesas, sus obras de gobierno.
Ahora hay una mujer norteamericana, que con una bandera
Argentina de fondo, dio a conocer el nuevo acuerdo con el FMI. El presidente
Macri, expresó su deseo de que todos los argentinos se enamoren de Cristinhe
Lagarde, y se descubrió que sabe sonreír (otra tontería del presidente).
Argentina necesita vivir otra vez con argentinos decentes en el poder. Y
nosotros solo vemos a Carlos Castellani entorno al presidente Macri que nos
inspira confianza, y que sabemos qué sino ha renunciado aun es porque él sabe que
va hacer mucho más útil desde dentro del gobierno, que renunciando como lo
están haciendo todos.
Es lamentable, pero todo indicaba que Argentina estaba bien
posicionada ante el mundo y hoy desgraciadamente, refleja ser una Colonia más
del Imperialismo Económico.
Muchos como Lilita Carrió y Patricia Bullrich, entre otros
nombres están hablando en voz baja tratando de elegir la puerta por donde
escapar a seguir perteneciendo al peor gobierno argentino, de los últimos 80
años.
La Bullrich está armando a policías, gendarmes, y soldados
para atacar al pueblo cuando éste ya no aguante más el hambre. No hay varita
mágica contra los daños que este gobierno le ha producido ya a este país.
EL DIRECTOR.