En este momento dramático que
vive la Argentina, que tal como este diario lo habia anticipado, iba a ser
gobernado por un rico nacido en cuna de oro. Hay dos clases de ricos: el que
nació rico y todo le fue fácil, no tuvo una cuna y durmió en el suelo, y luego
con su trabajo, su imaginación, su esfuerzo se hizo rico, como por ejemplo
Castellani y tantos otros. Y otra cosa totalmente diferente es darle el poder,
y nada menos que un arma prohibida por la Constitución Nacional como los
inmundos Decretos de Necesidad y Urgencia con los que ofendemos a nuestra Constitución
y otra muy diferente es el rico que nace en cuna de oro, que cuando es chico le
dan todos los vicios, en la escuela tiene la mejor vestimenta, que maneja autos
de alta gama desde los 15 años y que está totalmente convencido que todo se
compra con plata. Inclusive ser presidente de la Nación, y para colmo con
decretos salvajes contra esa constitución que todos juran defender hasta que dios y la patria se lo reclamen. Podrían
agregar en ese juramento para ser más honestos constitucionalmente salvo, luego
del juramento que le hagan decir a legisladores, presidentes y demás que juran
por ese libro sagrado “Que Dios y la patria nos lo demanden, salvo que usen los
decretos de necesidad y urgencia que no entran en este juramento”.
Acostumbrados, nosotros a recibir
ofensas y contestar con sonrisas, que se las hacemos hacer a Saturnino para no
tener que putear a alguien, lo tomamos así. Sabemos que una editorial
sabiamente escrito por un intelectual de la política tendría que ser muy
diferente a este de Estrella. Pero nosotros sabemos que es PUEBLO, y el pueblo
argentino ya se tragó todos los pescados podridos habidos y por haber, con
Videla, Menem, de la Rúa, Cristina y Macri. Para colmo la locura de nuestros
presidentes fue de menos a más.
Llegando a un hoy, cuando sube un
presidente el dólar a $13, habla de transparencia cuando él y su padre
estafaron al país con el negocio del correo y prometen un gran futuro metiendo
en menos de tres años el dólar norteamericano a $42 y sigue subiendo preanunciando
la catástrofe inimaginable, que no entendemos porque tiene que ser nuestra
moneda corriente y por eso hoy, en este acto ridículo de Estrella propone que
no se impriman más pesos, sino Saturninos, pero que su costo arranque a la par
del euro y no a la sombra del dólar.
Entendemos que volverán a
ofenderse los ya ofendidos que creen que quitándole un aviso a Estrella va a
mejorar en algo la desocupación, el hambre, los despidos y la catástrofe
económica que significa los decretos de necesidad y urgencia mal paridos por un
gobierno constitucional amante de la Dictadura. Perdonen queridos lectores, en
nuestras bases siempre fuimos dibujantes y caricaturistas y se nos escapan
estas cosas que quizás a alguien ofendan, pero para nada es nuestra intención.
EL DIRECTOR.