Ayer habló nuestro Presidente
Ingeniero Mauricio Macri, que realizo un excelente discurso que si hubiese sido
proveniente de algún otro político nos hubiese alegrado mucho, en realidad si
nos atenemos a lo que él dijo tendríamos que cerrar la boca y esperar tres o
cuatro meses más a ver qué resultados dan las medidas que presuntamente que
tiene que haber tomado y no considerar luego de lo ocurrido en la argentina
en los últimos tres años, la palabra de
Macri podría llegar a tener un efecto positivo en la gente.
Fueron tantas las promesas como
los errores, hasta habló un funcionario de su Gobierno de dejar de pagar las
jubilaciones. Parece olvidarse Mauricio Macri, que no solo hizo un buen
discurso ayer sino que todos sus discursos fueron brillantes, optimistas,
prometiendo la Argentina que todos merecemos tener y que en realidad tenemos,
según la distribución que Dios hizo de tantas riquezas como las que le dio a
Argentina con las cuales podrían ser uno de los mejores países del mundo. Pero
la cosa no cambió en los últimos cien años, hubo muy pocos gobiernos que
supieron lo que estaban jurando, poniendo una mano sobre la Constitución pidiendo
que dios y la patria le reclamaran si no cumplían.
Querido lector, haga usted un análisis a ver
cuántos juraron sobre ese libro que están libres de los azotes de Dios y su
vergüenza ante la Bandera de la Patria.
Si nos atenemos dijo entre otras
cosas que tenemos una provisión de petróleo asegurado por cuatrocientos años pero
cuando no estaba en vaca muerta, ¿y porque hoy estamos gastando nuestros
dólares importando combustible?
No parece ya un exceso moral
pedir que le crean a un Presidente que dijo tantas mentiras porque solo se
quedaron con buenas intenciones.
Todos creímos en determinado
momento en unas cuantas partes de sus discursos brillantes, pero cuando vimos
la realidad, cada día mas terrorífica y peligrosa que tiene a la Argentina
sentada arriba de un volcán gigantesco, que a muchos nos sonó el discurso de
ayer del Presidente como dicho en japonés. Y no sabemos porque nos viene una
frase a la mente por la cual pedimos disculpas a nuestros lectores que no le
hayamos creído a Macri ayer recordando una frase por todos conocida: “Mejor que decir es hacer… mejor que
prometer, es realizar!”
Sabemos que muchos argentinos van
a creer en estos discursos como nosotros creímos antes de los hechos consumados
de este Gobierno, pero que en este momento ya son pocos los que creen en
discursos.
Ojalá nos equivoquemos.
EL DIRECTOR.