El director de este diario, con el jefe U.R.10, cambiaron
opiniones en una larga charla en el despacho del eficiente Jefe de la Unidad.
Le notificamos que la gente en general ha sabido reconocer el aumento
importante de policías sin uniformes, de civil. Y hay un patrullaje muy
importante en toda la ciudad, con nuevos vehículos y personal a pie.
Nuestro director llevó una inquietud que al señor Jefe le
gusto y va a tratar de ver de qué manera se puede implementar sin que ello
evada ninguna disposición vigente: que los padres de menores detenidos en las
madrugadas o haciendo daños en la propiedad privada, enfermos por el alcohol o
la droga, sean retirados por los padres de la misma celda donde fueron ubicados
por el personal policial actuante que los detuvo en la vía publica. Obviamente
que el hecho que la policía tenga que llevarle sus hijos detenidos pero que son
inimputables por la edad deban ir a la jefatura a buscarlos, lo cual es
evidente que va a producir un control más estricto de los padres a tantos
chicos que se pasan de alcohol o drogas en las noches y madrugadas de fiesta.
Es evidente que la reacción de esa familia que tiene un menor
de edad que evade los controles de entrada a lugares que no son permitidos para
menores de 18 años y que se emborrachan y consumen drogas, en la próxima vez,
van a tener un mayor control de sus propios padres.