miércoles, 7 de noviembre de 2018

DECADENCIA DE LOS CASINOS



Lamentablemente la gente grande y cierta gente que necesita tener un entretenimiento que valga mucho menos que una entrada al Broadway o a cualquier otro espectáculo de alto costo, ven decaer de forma vertiginosa sus lugares de esparcimientos.
Para mucha gente el City Center era una opción de distracción, los pobres o la clase media tentaba a la suerte y era algo diferente a un casino donde sólo se pueda jugar en el paño o a juegos que son muy caros para algunas personas. Las máquinas solían ser hermosas, coloridas, atractivas, miles de máquinitas diferentes que le permitían a la gente ir y con unos pocos pesos tentar fortunas, y no pocos volvían contentos a sus casa porque las máquinas solían dar ganancias… no siempre pérdidas.
Las cosas cambiaron, el City Center está moribundo. De 4 máquinas anda 1, éstas no funcionan o no aceptan la plata, o tienen roto algún dispositivo. Fácilmente el 70% de las máquinas están rotas o con algún problema, más allá que aunque le acierte alguna combinación, lo que pagan es tan poco que cada día va menos gente y más enojada.
Hacía mucho que no íbamos. El casino actuó según sus dueños eliminando de la entrada los sillones donde la gente humilde con sus hijos se sentaban a ver entrar y salir del casino a la gente.
Como seguramente a la gente humilde de Cristóbal López, nos les ofrecía ningún beneficio, no dejó un solo sillón. Entonces no pudieron volver a ir. Lo malo es que tampoco arreglan las máquinas y hoy todo es decadente allí. Para colmo cayó Macri aumentando el impuesto al juego, lo cual significa que nadie va a ganar un mango ya en esos lugares.
No diga que no le avisamos, somos sus amigos.