sábado, 10 de noviembre de 2018

EL ÚLTIMO PECADO MORTAL DE MAURICIO, CREÓ LAS “PIRAÑAS”



Poco a poco vamos perdiendo el respeto por la figura presidencial que hoy rige los destinos de este hermoso país. Ahora creó las “pirañas”.
Cuando asumió en el 2015, Mauricio Macri, y fiel a nuestra costumbre de apoyar a la gente elegida por el pueblo hasta que estas traicionan lo prometido en sus campañas políticas, no fuimos una excepción en ninguna de nuestras reglas. Si Estrella duró tantos años es porque no se fanatiza ni en el elogio inmerecido, ni en la vista gorda de los graves errores de los que mandan.
Debemos confesar que en 61 años de vida de éste diario, no hemos descubierto un Presidente de la Nación tan desvergonzado e inútil, “Cambiemos” aunque ya sea tarde. Los famosos decretos de necesidad y urgencia que inventó otro presidente anterior (maldita sea esa situación) y él la usufructo para entregar el país económico nada menos que a los piratas del Norte. Ese país hoy gobernado por un loco que a los pocos días de asumir tiró la bomba más grande que haya fabricado el hombre en tierra asiática donde presuntamente habia terroristas. Pero sin lugar a ninguna duda, esa bomba mató a chicos, ancianos, gente inocente, y tal vez a algún terrorista.
Volvemos a nuestro caso, nunca en 61 años vimos a un presidente dar tantas marchas atrás en sus decisiones. O sea, demostrar tan a la vista de todos su incapacidad para gobernar a la Argentina.
Sin darse cuenta fabricó un nuevo ejército malvado: las “pirañas”.
¿Qué son las pirañas? Son los millones de chicos malos por el hambre que tienen y no por su naturaleza de niño, agruparse de hasta 100 y salir a desvalijar comercios, gente que va por la calle, automovilistas, toda clase de transgresión para lo cual están autorizados por una estúpida ley que nadie se da cuenta los daños que está haciendo al país. La inimputabilidad de los jóvenes, sumado a la idiotez de Menem de eliminar el servicio militar para ganar la segunda elección de su gobierno en la década del 90’.
Y… ¿Qué pasa ahora? Que son tantos los chicos “pirañas” que hace falta otra policía más, y más numerosa para detenerlos pero… oh sorpresa, por ser niños tienen permiso para hacer lo que se les dé la gana, y si son chicos con hambre pueden ser armas mortales. Seguramente, seguirán las críticas contra nuestros editoriales. Pero si nuestra forma de ser en 61 años fue apoyada por el pueblo de diferentes colores políticos, no creemos que a ninguna persona de bien se le ocurra descalificar nuestras opiniones que en su momento, antes de la desvergonzada entrega económica al FMI de nuestro país, nuestros conceptos no eran ni criticados ni castigados. Más bien el castigo a la vista de la gente es que un anunciante de un diario que dice la verdad al pueblo, merezca ser sancionado sus avisos en las mismas páginas que antes apoyaban en dar a conocer su criterio de los presuntos errores de nuestros editoriales.
Hace muchísimos años, en Brasil pasó algo parecido. El brasilero, por formación exagerado en todo, formó el escuadrón de la muerte, que salían de noche a matar a los chicos que hacían imposible la vida normal de los demás habitantes mayores. A las madrugadas, los encapuchados del escuadrón dejaban los cadáveres de decena de chicos en las cunetas tirados como basura.
¿Queremos esa realidad en la Argentina? ¿!Verdad que no!? Mucha gente creerá que estamos hablando de fantasías porque esto ocurrió hace muchos años, cuando la mayoría de nuestros lectores no habían nacido. Pero si la Justicia Argentina no actúa con rapidez y eficiencia, estos ejércitos de pirañas que son chicos con hambre o hijos de delincuentes, acostumbrados a las armas y a la violencia, se convertirán en un ejército más difícil que el que está armando el narcotráfico entre bambalinas. No sabemos si pedir que la gente piense en esto o pedir disculpas pensando que puede ser un error.  Lo que siempre nos ha pasado es que somos respetuosos de nuestra opinión y de la opinión de los demás.
Sólo que hoy en esta Argentina están los laburantes desesperados, los jubilados desesperados, los despedidos desesperados, y poca gente de buen pasar detrás de su computadora y con su caja fuerte sólidamente cargada de dólares o pesos. Gente bien, no se engañe. Lo que pasa es que nosotros tenemos la obligación de representar al pueblo sin preguntarle cuánto dinero tiene en su bolsillo, sin preguntarle si tiene trabajo o si sus familias tienen hambre, y sólo pensamos que si elegimos ésta profesión no fue nunca para ocultar la verdad, sino para defender al pueblo.
Nuestras disculpas a los Macristas que ven en Estrella de la Mañana un enemigo y no un grito patriótico.
EL DIRECTOR.