martes, 6 de noviembre de 2018

REPORTAJE A UN VECINO DE LA ZONA SUR


Hace años que nos conocemos. Desde la época de los felices bailables del Sur, cuando muchos muchachos esperaban en la puerta del club San Martín porque andaban cortos para la entrada y al llegar el director de Ronda Musical que era el mismo director que éste diario, los hacía entrar a todos sin pagar, porque se usaba ese festejo popular para conseguir pesos que le permitían a este diario seguir saliendo. Pasó el tiempo, no necesitamos organizar más bailes para mantener el diario pero el corazón de esos muchachos humildes de la Zona Sur, quedaron con la deuda dentro de su corazón. Muchas veces nos demostraron los vecinos de ese barrio tan querido por nosotros, la nobleza con que nos agradecían ese pequeñísimo favor de permitirle entrar al baile sin pagar entrada, teniendo con Estrella y su gente gestos que sólo salen de corazones nobles. Su amistad no más y sus saludos amistosos en la calle, ya para nosotros eran grandes alegrías y un homenaje a un pequeño gesto que volveríamos a tener hoy cuando un pobre no puede entrar a un espectáculo que quiere ver, a un baile, o recibe algún gesto de gente que puede dar esa alegría a los que no pueden.
Días pasados tuvimos una charla con una señora, buena persona, trabajadora, de confianza, que cuenta con nuestra estima.
Nos dijo que no pensaba votar a la actual intendenta en las próximas elecciones porque la municipalidad se habia atrasado en pagar algunas horas extras. Recordamos que esa mujer vive en un barrio muy bajo y le preguntamos:
-Decime, ¿vos no vivís en el barrio Sur?
Ella nos contesta:
-¿Qué si vivo? La inundación del 2000 me llevó todo lo que tenía en mi casa. Nos salvamos raspando.
No le dijimos nada. Pero pensamos, ¿el barrio Sur no se da cuenta hoy que hace como 20 años no tiene más inundaciones como antes tenían cada 2 o 3 años?
Ésta meditación que compartimos hoy con nuestros lectores, queremos que haga comprender que la gente que está en el periodismo, si hay algo que debe aborrecer, es el desagradecimiento que mucha gente sin darse cuenta, sin analizar a fondo lo que hace o dice, se convierte en un ser que no le debe gustar a Dios.
¿Usted qué opina?