Pasó la semana que nosotros pensábamos que iba a ser mucho
más agitada y gracias a Dios, si bien se produjeron muertes, accidentes, robos
a los tiros, y otros accidentes más el haber superado las fechas que le
costaron la presidencia a Fernando de la Rúa, hoy al borde de la muerte por un
ataque cardíaco, alivió un poco las presiones que tiene hoy sobre sí el
gobierno Macrista.
Sin embargo, se van sumando periodistas de alto rango y
canales importantes al descontento generalizado en el país por este terrible
momento en que Mauricio Macri puso a la Argentina en este instante.
Seamos prudentes. Aunque a veces los dedos sobre la
computadora escriben cosas que uno no quisiera escribir pero el periodismo no
es precisamente a cierto nivel una profesión fácil.
Todavía no comenzó una guerra que nosotros sabemos que va a
empezar en cualquier momento: el narcotráfico se ha instalado en el país con
fuerza, con grandes armamentos, y con una presunta organización terrorista que
tiene que preocupar sino al gobierno (al que le parece que todo le resbala) a
la tranquilidad que los argentinos tendríamos que tener siendo el país más rico
del mundo en minerales, granos, ganadería, turismo, grandes inventos y
maquinarias agrícolas. Todo esto tiene que ver con los 3 años de burla que
viene soportando nuestro pueblo, promesas idiotas, cuando la realidad lo que se
promete ya se está manejando a la inversa y el endeudamiento monstruoso que se
está haciendo el país sin que le llegue al pueblo ni un centavo de eso.
Si alguna vez la voz presidencial dijera “vamos a cambiar la
política para que mejore el nivel social de los pobres, aunque tampoco le
crearíamos al menos nos enteraríamos que el gobierno Macrista sabe que hay un
sector absolutamente aplastado por la realidad y miles y miles de argentinos pasan
hambre en el granero del mundo.
Sigue en alerta roja un sector de la población que se está
armando y no parece darse cuenta el gobierno de Macri. La gente puede pasar
cualquier cosa menos aceptar el hambre que están sufriendo las familias, los
jubilados sin remedios y sin dinero sin pasar 15 días al mes que es lo que le
permite la jubilación a la que han reducido cuando antes de boca del mismo
Macri hablaba de una reparación histórica para las jubilaciones.
Es como si tuviéramos en un yate por el medio de un río y
están los azules y colorados tiroteándose en una orilla los colorados y en la
otra orilla los azules, el barco que navega por el medio del río va a recibir
miles de balazos que no eran para ellos, y en eso estamos en este momento. Se
habla de una temible e importantísima organización narcoterrorista, con un
montón de argentinos navegando entre dos fuegos y donde ya se le debe haber
producido un montón de víctimas inocentes.
Dios quiera, y dale con Dios, lo que parece ya un recitado
casi cansador, pero no vemos soluciones sugeridas en los partidos políticos que
le hagan cambiar el rumbo al gobierno que sigue navegando hacia las cataratas
creyendo que están viajando en buenas aguas.
Los médicos están sugiriendo a muchos de sus pacientes, no prender
el televisor, no enterarse de lo que ocurre, no preguntarse a dónde van los
terribles aumentos de los peajes si no se arreglan ni un metro de ruta y como
se va a manejar el hambre del 33% que hay en el país con un 12% en situación
desesperada.
Escuchamos todas las campanas…
…Pero ningún sonido nos gusta de lo que hoy se escuchan en la
Argentina.
EL DIRECTOR.