martes, 8 de enero de 2019

SE TERMINÓ EL MACRISMO, EMPEZÓ EL CACEROLISMO



Hace un par de meses no más, que el gobierno de Mauricio Macri tenía un solo canal en contra (C5N), la prudencia en Crónica TV y algunas radios con la voz del Tata Morales protestando por el desastre que está haciendo en el país ese roedor insaciable que es el Macrismo, al que no le gusta que pasen dos meses sin volver a aumentar la nafta, la luz, el agua, el teléfono y todo tipo de impuesto donde se pueda meter la uña.
-Vas a ver que vuelve a ganar Macri. Se oía por ahí, y nosotros no entendíamos si era en serio o en broma que hablaban o si le habia llegado con el FMI un virus contagioso de la locura.
Era no más que una expresión sin mayor contacto con la realidad.
Las próximas elecciones ya Macri sabe que el daño que le hizo al país no se lo ha hecho quizás ningún gobierno argentino en la historia.
En el 2001, los cacerolazos obligaron a renunciar a un buen hombre, aunque mal presidente como el Dr. Fernando de la Rúa. Cosa muy difícil que Macri use el sentido común para darse cuenta que lo suyo ya colmó todo tipo de comparación, imposible considerar que un presidente antes y después de asumir la presidencia de la nación, sin investigación previa, sin escuchar la voz de lo que saben y tienen experiencia en política, economía, sociología y justicia, antes de tomar todas juntas las peores medidas de un gobierno argentino en menos de 6 años.
Los cacerolazos del domingo pueden haber caído como un banderazo de largada de carrera que tiene un final próximo y necesario: la inequinable renuncia de un presidente que quiso y pudo convertir a la Argentina en el peor país confiable junto con Venezuela en el mundo.
No destrabamos los conceptos de nuestro diario contra los últimos años del Kishtnerismo, hechos abusivamente agrandados por la mala prensa, la mala televisión y el periodismo pagado.
Esos cacerolazos tenían que haber retumbado en el cerebro de quien los originó como bombas de repudio, con el perdón ante quienes creen aún en Macri, sumamos nuestro cacerolazo y lo peor que no podemos ponerle comida adentro para los que ya se están muriendo de hambre en el país.