martes, 23 de abril de 2019



AMELIA ROMALDETTI VDA. DE MOGLIANI.
Era otra amiga, que se nos fue. Falleció la semana pasada, quizás la más fanática de las lectoras de Estrella de la Mañana.
Aquella mujer trabajadora que para mantener a su familia tenía un kiosco donde hoy está la peluquería de Pablo Sosa, que se llamaba “El Cafetal”. Era un lugar cálido, muchos lo recuerdan porque el Cafetal era una parte importante del centro Cañadense. Amelia hizo estudiar a sus hijos y le dio a Cañada de Gómez una familia querible, hijos amigos de todo el mundo, unos de los cuales fue cadete de revista Estrella, antes de ser contador, uno de los más reconocidos de Cañada de Gómez. Otro abogado y un ingeniero agrónomo.
Trabajadora febril, les permitió estudiar, recibirse y ser reconocidos cada uno en su especialidad con un alto nivel social. Doña Amelia venía todos los días a buscar diario Estrella, que ella insistía en pagar pero que Estrella le regalaba con orgullo todos los días de salida de nuestro diario, junto a otras jubiladas más que nunca dejaron de encontrar abierta la puerta de nuestro Diario.
El miércoles de esta última semana santa tuvo una cena con su familia, se fue a dormir y un día de la semana santa Dios le dio el premio a todo lo que fue esta mujer, la hizo irse sin darse cuenta, de este mundo que es como Dios premia a la gente buena. Amelia, con sus 95 años nos dejó de la mejor manera que cualquier persona puede pedirle a Dios.
Nosotros tenemos un diario que nos sobra ahora, pero una amiga que nos falta. A sus hijos y demás familiares el dolor compartido del Diario del pueblo. Desde hoy Amelia será un recuerdo, pero un lindo recuerdo para la gente de Estrella.