sábado, 22 de junio de 2019

LA “TRANSPARENCIA” DE MACRI EN EL MONUMENTO A LA BANDERA.




Hagamos un poco de historia: 20 de junio día de la bandera una enorme bandera paseándose orgullosa por las calles de su Rosario querido. Miles y miles de personas rodeando el acto del día de la bandera frente al monumento más importante que tiene la Argentina   en Rosario.
Hubo algunos presidentes que honraron la fecha. Otros tiempos, allí vimos triunfar la voz la energía y los dichos del presidente Alfonsín cuando aun no lo era, pero la fiesta aseguraba alrededor de la bandera ya festejaba que ese hombre iba a ser Presidente de la Nación. Y así fue.
La más grande figura de la política nacional, gozaron del cariño de un pueblo que honraba a la bandera de Belgrano y a su enorme y querido monumento. Mauricio Macri   a algo más de tres meses de las elecciones para ser reelecto como Presidente de la Nación.  Pero no pudo venir al monumento a honrar a la patria, al pueblo y a nuestra bandera. Porque solo iba a recaudar miles de insultos y el descontento popular que produce su promocionada “transparencia” porque es un hombre muy inteligente y conoce muy bien los resultados que su presunta transparencia causó en el pueblo argentino, un efecto que se iba reproduciendo en insultos y en un gran desorden nacional porque Macri con su política ha sumido al pueblo argentino con su famosa transparencia en millones de gente con hambre, sin trabajo y lo peor sin esperanza.
Siete minutos duró el acto que nos juntaba a todos los argentinos alrededor de la bandera que honra a Manuel Belgrano su creador, vallas policiales en todos lados para que el pueblo no pueda asistir a lo que siempre fue una fiesta menos el jueves. 
Macri también asistió a Rosario pero fue a un club pequeño de una zona muy pobre que hizo rodear con toda la seguridad imaginable para que ningún pobre pudiera pasar a gritarle lo que todos sienten en el corazón viendo en la realidad una transparencia que no existió nunca pero que muchos de los argentinos imaginábamos que podía salir de la mente de hombre rico gobernando un pueblo de pobres.
 Ni soldados jurando a la bandera, ni alegría en las calles argentinas, ni altas autoridades nacionales, y el presidente de la Nación que ve la transparencia de lo que producen sus actos escondidos en un pequeño club por diez minutos volviéndose a Buenos Aires de inmediato.  Como justificando que él no falto a uno de las fiestas patrióticas mas ponderables de nuestra historia.
Todo salió con la transparencia que no podía aceptar de un pueblo que iba a ir a insultarlo.
Nosotros aportamos nuestra transparencia como vemos un futuro diferente a partir de diciembre gritamos con toda la voz que tenemos y con toda la razón que nos cabe gritamos VIVA LA PATRIA ¡!  Pero con transparencia en el corazón.
EL DIRECTOR.