Cuando la política asquea, es
porque produce todas las irregularidades elegidas para perjudicar o para
favorecer a algún candidato político antes de las elecciones.
Hacerle pagar su libertad a
Fariña para hacerle repetir en cada programa del oficialismo slogans contra
Cristina y otros titulares del gobierno anterior, debiera ser un grave delito
que ofende a todo un país que dice que “estamos en democracia”, en vez de decir
“estamos en desgracia”.
Seguimos pensando que en Congreso
de La Nación cuesta cada vez más y sirve cada vez menos.
EL DIRECTOR