Cacho Castaña es un íntimo amigo
nuestro, no solo lo admiramos como músico, sino como autor de muchos temas de
éxito. Pero más admiramos al porteñazo que escribe música y la convierte en
éxito y que se hizo amigo nuestro allá por los 70 cuando empezamos a
contratarlo por Ronda musical y él todavía cantaba boleros.
Cacho es el típico porteño
avivado, despierto, canchero y hasta a veces tramposo. Pero todos lo queremos
así. Así es el, mujeriego. Cuando venia para cumplir para las actuaciones que
le contrataba Ronda Musical, o sea Estrella pedía que lo alojaran en el Hotel
Verdesole, en la parte de atrás donde el recibía “visitas”.
Nuestra primera contratación para
Cacho fue para actuar en club Argentino de Firmat, y desde allí una larga
cadena de contratos, de reuniones, de trabajo y una amistad que se mantiene
hasta hoy y que tiene un antecedente. Cuando por intermedio de Ronda Musical,
actuó en el Teatro Verdi, la última vez salía de un brutal ataque por el
cigarrillo que casi lo lleva a la tumba. Tres temas antes de terminar su show
le dijo al publico “voy hacer que estos muchachos se luzcan” refiriéndose a los
músicos que lo acompañaban, cuando salió del escenario quien escribe sabía que
era lo que pasaba: Necesitaba fumarse un faso, pese que hacía una semana habia
estado internado por ese tema. Lo vimos detrás del escenario fumando
desesperadamente el cigarrillo que necesitaba para terminar el show y no falto
nuestra recriminación de amigo, sabiendo que hacía una semana habia estado
internado por problemas pulmonares proveniente de su adicción al cigarrillo. Se
lo estaba devorando mientras la orquesta tocaba de forma instrumental.
Nuestra pregunta fue ¿Cacho
queres matarte?
-Me puede José me puede, este
hijo de puta me puede.
Hablaba del cigarrillo el mismo
que lo tumbo varias veces y el mismo que hoy lo tiene al borde de la muerte.
Como nosotros hay mucha gente que
lo quiere a Cacho, por su talento, por su personalidad aporteñada y por los
hermosos tangos que ha creado, como “Café la humedad”, “Garganta con arena”
(dedicada al Polaco), y “Ojala que no puedas”, entre muchos más.
Y esos le estamos pidiendo a Dios
Cacho, que “Ojala que no puedas”
ojala que no puedas dejarte vencer por ese maldito vicio que nos está privando
poco a poco de un astro histórico del tango Argentino.
¡Vamos Cacho, vos sabes que te
estás matando”: Ojala que no puedas!!
EL DIRECTOR.