Les confesamos que nos hemos
cansado de hablar mal de Macri. Y es que hace más de cuatro años que hablamos
mal de un rico que de corazón debe tener una pelota de futbol o una camiseta de
Boca, porque sentimientos humanos en estos 4 años no le hemos reconocido.
Destruyó parte de la Argentina, usó sin permiso del Congreso Nacional los
decretos de seguridad y urgencia, como si un ser humano tuviese la potestad de
disponer vender la Patagonia por $1000 o entregar la soberanía de nuestro país
a cualquiera.
Nos ponemos otra vez en el
compromiso de no hablar más de Macri en este último mes antes de las
elecciones, pero se nos hace imposible son tantas las estupideces que ha hecho
que convertiríamos a Estrella en un Diario desinformado sino decimo lo que
tenemos que decir de las grandes canalladas y tremendos errores de su gobierno
de ricos para un país empobrecido por el mismo.
Querido lector: ¿A usted no le
parece que para el 10 de diciembre faltan como dos años? A nosotros sí. Y pensar
que nunca le tuvimos miedo a nada y cerca de cumplir 63 años de periodismo le
tenemos mucho miedo a un argentino demente gobernando nuestro país. Y estos dos
meses y medio son puertas abiertas o sin llave para que este señor, que será
juzgado por la historia tan duramente, todavía pueda hacer muchos daños nuevos
antes de tener que ir a vivir a otro país cuando deje de ser presidente.