Cuando solo tenía 56 años en 1969
un día como hoy moría José Esteban salvador Ramacciotti, que firmaba
“chicotazo” sus geniales notas agridulces sobre la política de los 40 y 50.
Hijo de jefe de estación ferroviaria José Ramacciotti que fuera fundador del
círculo católico de obreros hoy Nazaret, y era presidente del Concejo
Deliberante cuando Cañada de Gómez decidió su primer pavimentación “catete”
como se le llamaba al padre del fundador
de este diario , se lo distinguía por su calidad humana, su bondad y su notable
inteligencia. Nadie le enseño a tocar el piano ni el violín pero el tocaba el
piano y el violín. Fue por muchos años el director del coro de la iglesia San
Pedro. Debe tener algo que ver con que su hijo el fundador de este diario haya
nacido sabiendo dibujar antes de ir a la escuela en Ramón Cárcano.
Catete por muchos años sufrió de
presión altísima colesterol, y todas las dolencia que sufren los hombres de más
de 80 años que sin embargo no motivaban que el esquivará alguna invitación de
sus compañeros de Cañada o de la línea ferroviaria que el atendía como jefe
relevante que lo homenajeaban con todas las comidas que él no podía comer.
Hasta su fallecimiento el 14 de noviembre de 1969 trabajo para Estrella cuando
por la ley “Acevedo” fue jubilado a los 48 años, lo que le produjo una gran
contrariedad y depresión.
El amaba el ferrocarril y amaba
el periodismo era un padre ejemplar y un marido modelo pero si en algo se
destacaba era en su compañerismo cuando le llego un nombramiento como contralor
de trafico que era un sensible asenso para él lo rechazo porque Ismael
González, un compañero de carcarañá estaba provisoriamente a cargo de ese
puesto y él consideraba una falta de compañerismo desplazar a su amigo.
Nosotros su familia no estuvimos para nada de acuerdo con su actitud pero
chicotazo era todo bondad, todo inteligencia escribía a máquina con dos dedos y
jamás tenia un error ortográfico pese que solo tenía tercer grado.
Ya de su familia solo queda vivo
su hijo fundador de este Diario a quien él le enseño a caminar los caminos de
la vida.
“Chicotazo” sin duda alguna calle
de Cañada de Gómez tendría que tener ese seudónimo que el usaba para que la
gente no supiera que era él quien escribía. Concepto que también su hijo adopto
por timidez.
Catete o Chicotazo dejó muchos
ejemplos para los que se quedaron aquí cuando el 14 de noviembre de 1969 inicio
su viaje al cielo.