En nuestro sitial indiscutido de decano de los diarios
fundados y dirigidos por el mismo fundador por 63 años tenemos el derecho de agradecer
no solo a los colaboradores que nos permiten mantener esta vigencia sino
también este aguante que tienen nuestros lectores para tolerar algunas fallas
que nunca dejamos de tener. No somos La Capital, ni Clarín, ni La Nación pero
si tenemos un ideal que respetamos a rajatablas y que por eso tanta gente nos
respalda: buscamos el progreso respetando la verdad y la justica.