Fue
casi simultáneo: A Alberto Fernández le llegó el poder y el coronavirus casi
juntos. Y tuvo tiempo pese al poco que disponía de mostrar algunas facetas de
un gobierno que había empezado a pensar en los pobres, no como Macri, en el
trabajo, no como Macri, en que la gente debía comer, no como Macri y en
terminar con los prestamos de miles de millones de dólares que nadie sabe que
hizo Macri con ellos.
Todo
eso arruinó para Alberto este bicho maldito que parece obra de Donald Trump y
no de Dios. Aunque pensemos bien el momento que está pasando el imbécil
norteamericano que se cree Dios porque tiene muchísimo dinero, que lo único que
le hace a él es ganar más antipatías, odios y enemigos en su vida de presidente
y de gobernante.
Aún
así el pueblo argentino, es record mundial en aguante, tolerancia y paciencia
tenía mucha fe y aunque no parezca todavía algo de eso le queda.
Va
a seguir la cuarentena o noventena por la gran cantidad de enfermos, contagiados
e infectados que hay en Buenos Aires y en Gran Buenos Aires pero muchas
provincias ven pasar al bicho de lejos y otras ni siquiera eso pero igualmente e
injustamente tienen que andar con cuidados extremos sin trabajar y en muchos
casos, sin comer.
Repetimos
lo de siempre, el nuestro es un gran país. Que no nos abandone Dios.
EL DIRECTOR