jueves, 10 de septiembre de 2020

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

En nombre de Amirati nos remataron 3 maquinas…

 

Vemos con que entusiasmo han publicado sus historias y sus investigaciones los historiadores e investigadores que tenemos, Navarro, Álvarez, Di Tomaso y Cocchiarella.

Queremos aportar un hecho histórico que quizás sea el económico y financiero más doloroso, costoso, caro y duro que sufrió nuestro Diario.

 

Cuando Amirati todavía estaba en Cañada ya destituido, dando misas en galpones porque le habían sacado todas las iglesias, parroquias y capillas, mostrando este hecho más que ningún otro, la bajeza con que el obispo Bolatti hacía su guerra contra Amirati.

Ya habían pasado el enfrentamiento, la batalla y los disturbios con la policía, ya lo habían echado de todas las iglesias, parroquias y capillas al gran sacerdote, para que no pudiera dar misas en lugares santos y sagrados y todo estaba en el punto más álgido del conflicto.

Estrella estaba ubicada en Lavalle 1140 y un domingo cuando Amirati todavía estaba en Cañada a las 6 de la tarde, aparece en esta ciudad un auto largo, importado con una familia dentro, un matrimonio y varios chicos arriba. Se bajó el hombre que manejaba y toco timbre en Lavalle 1140 bis, la casa de quién escribe, con la intención de hablar con el Director del Diario. Por supuesto que le dijimos que sí, lo hicimos entrar por la otra puerta de Lavalle 1140 y lo atendimos en el escritorio del Director. Era un abogado de la curia de Rosario que venía con una oferta, fue claro, conciso, directo y terminante: “Si usted deja de hacer campaña contra el obispo, los señores Moreno y Giorgino Isaías de la firma Eucaliptus que tienen 3 prendas de su Diario ejecutadas de préstamos que usted no cumplió, se las van a devolver.

 Si desde este momento usted deja de publicar todo lo que tenga que ver con Amirati y Bolatti, le devolvemos la 3 prendas como si usted las hubiera pagado”.

Era una maquina impresora Nebiolo, una impresora a mano Minerva y una dobladora de pliegos que hacía muy rápido el encuadernamiento del Diario.

El jóven abogado nos dijo muy firmemente, usted simplemente no publique más nada de este tema y esas tres prendas se las devolvemos como pagadas a usted.

¡Era un baldazo de agua fría!

Me dejó sin palabras porque era una fortuna, 3 maquinas muy necesarias para el Diario. Recibí su tarjeta, lo acompañe hasta la puerta y le dije que le iba a contestar el lunes.

Quizás tendría que haberlo echado a patadas pero decidí responderle de otra manera.

Desde el momento mismo en que este jóven profesional del obispado de Rosario me dijo todo esto, la respuesta no la pronuncié pero ya estaba la decisión tomada.

¿Podría Estrella venderse por 3 maquinas por más costosas que fuesen?

Solo algunos que no conocen a este Diario y sus principios, valores, códigos, convicciones, ideas e ideales, podrían pensar eso.

De inmediato me senté en mi máquina de escribir Olivetti y en no más de 15 minutos hice la carta con la respuesta de Estrella al obispado, por supuesto diciéndoles sin malas palabras lo que podían hacer con las 3 maquinas.

Esto ocurrió un domingo a la tarde, el lunes en el mismo Lavalle 1140, reuní a Emilio Terradez, al Dr. Gasparotti, al Comercio Moretti y Medina, a la Dra. Noemí Sedrán, el Dr. De La Fuente, entre otros.

En pocas palabras, luego de hacerles conocer la oferta del obispado al Diario, les di la carta abierta con la respuesta que iba a recibir el obispo el día martes.

En la carta faltó un buen insulto, todo lo demás estaba explicado y aclarado.

Le pedí al grupo que hicieran llegar la carta al obispado al día siguiente y se ofreció para hacerla llegar, el Sr. Emilio Terradez, presente en la reunión.

En 20 días había 3 banderas de remate para las 3 maquinas de Estrella.

No sabemos porque algunos historiadores e investigadores no escriben lo que para mí es uno de los gestos históricos, periodísticos y HEROICOS que más orgullosos, honrados, decentes, dignos, contentos, alegres y felices me pone y nos pone a la gente de Estrella en estos 63 años de vida y existencia.

Creo que ese fue el gesto con que Estrella agradeció el apoyo del pueblo de Cañada de Gómez en toda su historia.

Al pasar los años, el obispo Bolatti influyó para que nuestro Diario fuera censurado, clausurado y cerrado y quién les está escribiendo fuese por 74 días a la cárcel. Y según el juez militar, se habría pedido la desaparición de mi persona.

No sabemos porque no se habla de este hecho siendo tan importante y relevante para la historia de Amirati y de Cañada de Gómez.

 

José Antonio Ramacciotti, EL DIRECTOR.