En este año hemos perdido a el pastor José María Silvestre, nos entristeció la muerte de alguien que ama a Dios desde un lugar diferente al nuestro, que merece este y muchos otros comentarios, rezos y oraciones para que goce y descanse como lo hacen todas las almas buenas de la luz del Señor.
Aunque es feo escribir en primera persona me tomo la atribución de hacerlo ya que creo que me corresponde como cristiana y como persona.
Siempre recordaré al querido pastor cuando íbamos con las hermanas de Casa de Fátima a escuchar sus bellos sermones de Rosario.
A la vista de todos no se podía entender, tres católicos en un templo evangélico, increíble, asombroso y maravilloso.
Y la vida y los años nos dieron el conocimiento, el discernimiento, la experiencia y la madurez para tener a un Papa como Francisco que lo primero que hizo y sigue haciendo es respetar, unirse y amar a todas las religiones cristianas y no cristianas del mundo.
A pesar de su muerte, nuestro querido pastor nos ha dejado una enseñanza maravillosa que vivirá por siempre en nuestros corazones, tal vez, la misma que nos deja nuestro querido Francisco.
Liliana Juana Costa.