Uno de los cambios más importantes, relevantes y sorprendentes de la humanidad a nivel mundial es la decadencia de los casamientos.
Es algo que ha aparecido en los últimos 20 años, especialmente y especificamente en Argentina, las parejas se forman y se unen sin pasar por la iglesia y el registro civil.
Tienen hijos, son felices, son libres aparentemente y decimos aparentemente porque el casamiento tiene muchas ventajas que la juventud de hoy no ve.
El enganche de una familia con otra trae nuevas amistades y relaciones públicas, nuevas posibilidades económicas y financieras, entre tantas otras cosas.
Pero al parecer la gente joven, que merece todo nuestro respeto, se está salteando el paso tanto por la iglesia como por el registro civil y así hay muchos casos sin que hasta ahora se haya producido ningún “renacimiento” como hubo en la Edad Media.
Los jóvenes de hoy tienen otra formación, otra educación, otra cultura y otros valores, han cambiado de raíz cosas como el respeto y la valoración por el casamiento, por los sacramentos y por las religiones.
No por nada el mundo está pasando momentos tan difíciles y no solamente por el coronavirus COVID-19, sino también porque se ha producido una especie de desmembramiento de la familia.
Antes el respeto por los padres, los abuelos, los tíos, etcétera, era otra cosa y hoy lo que era respeto se ha convertido en una falta de respeto, en una burla y en un descredito hacia la importancia y la relevancia que tienen un padre y una madre en la vida y en el futuro de un joven y cada día la amistad se mide con una vara diferente, ya no es tanto una sociedad inquebrantable la de dos amigos como teníamos nosotros cuando éramos jóvenes con amigos que eran de fierro, hermanos y no traicionaban, no abandonaban ni agarraban para otro lado cuando uno necesitaba una mano.
Esta realidad se está tratando poco en los grandes medios que tienen mucha más importancia y relevancia que este pero es imprescindible que las personas que van saliendo graduadas, recibidas y galardonadas de las universidades y facultades, estudien y analicen este hecho como algo singular, particular, importante y relevante y que puede cambiar el concepto que se tiene del amor verdadero y del respeto por los semejantes.
Si se casan o no se casan antes era un problema familiar y social de carácter público, hoy nos animamos a decir que las parejas jóvenes son más las que tienen libertad, no pasan por la iglesia, no pasan por el registro civil y esperan un mundo que quién sabe qué les deparara.
Porque eso es algo que todavía, los grandes filósofos, pensadores e intelectuales no han llegado a descubrir.
EL DIRECTOR