sábado, 15 de mayo de 2021

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

Desde que creé e inventé esta sección en Estrella no he recibido ni
críticas ni elogios. Elogios no necesito, porque que un periodista pida
elogios de las cosas que hace es inapropiado.
El periodista tiene deberes y obligaciones que cumplir aunque algunos
de esos deberes y obligaciones creen, produzcan y fomenten críticas a
su trabajo.
No me cabe la menor duda de que a algunos les gustara porque me lo
han dicho, el tipo de anécdotas y comentarios que solo se escuchan en
los bares, en las reuniones familiares y demás. Y esa es nuestra
intención, un espacio diferente y distinto con cosas que ocurrieron,
con hechos y sucesos que no son conocidos y con opiniones, algunas
polémicas y otras no pero que de todas maneras abren una puerta, un
espacio y un lugar para el dialogo de café. Cuando la polémica existe
por algún tema importante y relevante generalmente se logran buenos
resultados.

Año 1976…
París: María Beatriz Cambiasso estando en París de viaje de
bodas leía en algunos diarios que en Francia salen en español para
el turismo, que en Cañada de Gómez se habia clausurado, cerrado
y prohibido el Diario “Estrella de la Mañana” y estaba en prisión
su Director el señor José Antonio Ramacciotti. Ella, una prima
muy querida, hija de una hermana de mi padre, se comunicó
urgentemente con Cañada de Gómez para hacerse de noticias y
novedades del suceso y del hecho. Ósea que la clausura, la
prohibición y el cierre de Estrella que levanto más de cinco mil
firmas en Cañada de Gómez para que fuese levantada la clausura,
la prohibición y el cierre llegó a todo el mundo. En Cañada de
Gómez un empleado y colaborador de Estrella, Don Primo

Sconochini, cobrador de subscripciones de el Diario, levantó más
de cinco mil firmas para que se levante la clausura, el cierre y la
prohibición de El Diario y se deje en libertad al Director,
negándose a firmar ese petitorio solo dos ciudadanos cañadenses
El señor Roberto Bernasconi, periodista y colaborador de Estrella
y el señor Abel Romegialli empresario, político y ex intendente
de la ciudad…
En la cárcel donde hice muy buenos amigos, estábamos solamente
una hora y media afuera del calabozo de 2x2, donde
aprovechábamos para hablar, conversar y contarnos cosas y
después adentro de nuevo.
En ese grupo habia un compañero de pabellón que era psicólogo,
el me confesó en esos momentos interminables que sufríamos en
la cárcel que él tenía novia y novio y que habia llegado a la
conclusión en que no entendía como podía ser que esos dos, ella y
el toleraran una situación como esa siendo que aún la revolución
gay no se había producido en la sociedad y en la comunidad
internacional y mundial.
Otro de mis compañeros recibía a sus dos esposas pero les pedía
que vengan el mismo día porque solo les permitían un día de
visita, y al final, después de grandes y fuertes peleas, en vez de
separarse de él, se hicieron amigas.