sábado, 23 de octubre de 2021

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

Hay gente que tiene fe en Dios, en Jesús, en la Virgen, en los Santos y hay sobradas pruebas en la historia de hechos milagrosos. Uno ocurrió en Cañada de Gómez hace pocos días y lo vamos a contar, no importan los nombre ni los apellidos, pero si el hecho que fue un milagro. A una mujer se le había muerto la madre, ella la amaba y al pasar unos días ocurrió esto que les estamos contando. Un día sábado poco después de la muerte de la madre, su hija llama a una rotisería como lo hacía habitualmente a la hora del almuerzo. Cuando la dolida mujer empieza a decir lo que quería pedir, del otro lado del teléfono le contesta el cura párroco de Cañada de Gómez. La mujer se sorprende y se da cuenta de que justo era la fecha en la cual tenía que pedir una misa por el alma de su madre al cumplirse un mes de su muerte. Ella pidió disculpas al cura y le encargó la misa que le debía a su madre. Ella necesitaba para estar bien segura de su fe que la madre le tenía que mandar desde el más allá alguna señal que le hiciera pensar que realmente, como debe ser, la muerte no es el fin de todo, si no quizás el comienzo de algo mejor. La ciencia ha hecho muchas experiencias sobre la residencia del alma en los seres vivos y los rusos han llegado a pesar al morir a una persona los gramos que el cuerpo deja de pesar cuando es evidente que el alma abandona ese cuerpo. Ese misterio de fe tiene millones de pruebas y de milagros en todo el mundo. Pero aún así creer no es ni fácil, ni normal, ni común ni corriente entre todos los humanos que no entendemos y comprendemos de dónde venimos y a donde vamos. … Al ver un gran movimiento impresionante de autos, motos y vehículos de todo tipo por las calles uno tiene la prueba de que el país y tal vez el mundo entero están volviendo a la normalidad. La gente se saca el barbijo y/o directamente ya no lo usa, llenan las canchas, los estadios, los teatros y las salas y la reducción de la pandemia y del coronavirus (COVID-19) no hacen más que justificar nuestra presunción de que todo esto se está superando y dejando atrás para volver a la normalidad. … Aclarando… Hay un tipo en Cañada de Gómez que anda por las calles haciendo señales con las manos a los autos, motos y vehículos de todo tipo que andan sin luz de día para que prendan la luz. “¡La luz!” es el grito del viejo, que no pocas veces le dicen y le gritan algún improperio desde algún vehículo que no lo conoce o que lo conoce y no lo quiere. Adivinen quién es…