sábado, 30 de octubre de 2021

Estrella y el New York Times.

El diario más grande del mundo editado y publicado en Nueva York, Estados Unidos, tuvo una conexión con este pequeño, insignificante e ignoto diario comparado con el gran diario del norte y lo vamos a contar: Estrella comenzó a imprimirse con el viejo sistema tipográfico con tipos, linotipos, tipografía, clichés y demás cosas que hacían todas las formas que luego las planas grandes convertían en revistas y en diarios. El avance de la tecnología y en consecuencia, la llegada de la informática hizo que la computadora convirtiera todo lo conocido en algo totalmente obsoleto y absolutamente superado. En el Diario Estrella de la Mañana de Cañada de Gómez, Provincia de Santa Fe, Argentina, tres linotipos hacían el trabajo de diez tipógrafos para que se editara, publicara y saliera el diario. Pero eso se tenía que terminar y se terminó. Estrella cambió el sistema. Cerramos la gran imprenta que imprimía el diario y la reemplazamos con computadoras y pequeñas impresoras offset. Al dar de baja las tres linotipos que imprimieron durante muchos años nuestros primeros números y ediciones, un grupo de periodistas se presentaron en el Diario Estrella de la Mañana porque querían filmar y grabar la última edición y número del diario impreso en tipografía. Mientras filmaban y grababan, uno de los periodistas abocados a esa tarea ve que hay un sello de metal en una de las partes de una de las tres linotipos que estaban filmando y grabando porque era la última vez que esa linotipo iba a funcionar, cuando el periodista saca un pañuelo de su bolsillo para frotar el sello metálico a una de las partes de la linotipo, aparece el nombre del New York Times sellado a la máquina. Inmediatamente el fundador y director del diario, el periodista, editor, escritor, dibujante, pintor y empresario, José Antonio Ramacciotti determinó que esa linotipo, la mejor que tenía el diario funcionando desde hacía muchísimos años, fuera donada al Museo Municipal de Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe, Argentina. Y desde entonces allí está, en un hermoso museo, frente a la Plaza San Martín de esta pequeña ciudad argentina. Parece increíble pero cuesta imaginar que recorrido habrá tenido qué hacer esa maravilla del siglo XX para llegar desde Nueva York, Estados Unidos a la pequeña Cañada de Gómez, cumpliendo su tradicional trabajo de calor, plomo y estaño para que la gente tuviera una revista primero y un diario después en los cuales leer, saber e informarse de todas las cosas que pasaban, no solo en Cañada de Gómez, sino en todo el país y en todo el mundo, creando y haciendo un gran archivo, utilizado por todos historiadores de la zona, la región y la provincia. Jubilada, ahí yace en algún rincón de un museo, gozando de una merecida jubilación, una famosa viajera que vino desde Nueva York, Estados Unidos a difundir las palabras y las letras a Cañada de Gómez, Argentina. (Esta nota fue llevada por el equipo del Dr. Ricardo Roberto y su compañero Daniel Pérez a Nueva York, Estados Unidos, nada más y nada menos que al mismísimo New York Times).