ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

En Cañada de Gómez hay una reconocida y antigua familia rural de apellido Cornero, una de las hermanas, de los muchos hermanos que eran, se casó con quien fuera jefe de Obras Sanitarias de la Nación en Cañada de Gómez, en San Lorenzo y en Casilda, de nombre y apellido Roberto Casañas. Si bien esta anécdota hace muchos años fue comentada en Estrella, con seguridad de que el 99% de nuestros lectores hoy no la recuerdan. Roberto Casañas, casado con una de las hermanas Cornero, era un loco por la caza, tenía una gran escopeta y dos o tres veces por año salía al campo con su perro de caza, a cazar liebres y perdices. Eran tiempos en que mucha gente salía a cazar y Casañas era un fanático de esa costumbre. Casañas tenía su perro, un perro de caza hermoso, en el campo de un amigo y allí iba generalmente a buscarlo para salir a buscar perdices, liebres y todo lo que pudiera cazar con su enorme escopeta. Roberto Casañas contaba una anécdota muy emotiva y sentida que nos hizo llorar muchas veces y que seguramente a más de uno de ustedes, queridos lectores, les producirá el mismo efecto. Un mes de julio de hace muchísimos años, decidió salir de caza pese a que era una mañana de mucho frío y viento pero él agarró su escopeta, se puso un poncho bien abrigado y fue a buscar a su perro al campo de su amigo. Cada vez que Roberto llegaba, el perro que estaba en un corral, junto a otros animales, se volvía loco de alegría, quería saltar arriba del alambrado, parecía hablarle a su amo. Y Roberto, siempre, le tenía que hacer muchos cariños porque solamente el que conoce el amor de un perro puede entender de qué estoy hablando hoy. Fue a buscarlo al perro cuyo nombre no recuerdo pero debo inventarle uno, por ejemplo Lobby, y luego de estar como media hora devolviéndole el entusiasmo y las caricias a su perro salió a cazar. Caminó unas cuadras pero el viento era insoportable ese primero de julio. En determinado momento, aparece la primera presa y Lobby se para tieso como se paran los perros de caza, apuntando con su hocico el lugar donde estaba la presa que Roberto tenía que cazar. Sorprendido por el movimiento del perro y por el viento que hacía esa mañana, Casañas levantó su escopeta, de dos caños, habiendo quedado uno de los gatillos enredado en un fleco de su poncho, al levantar la escopeta se escapó el tiro que le dio a su perro de lleno en su parte trasera, tirándolo varios metros adelante por impacto de todas esas municiones. Casañas se quedó tieso, horrorizado, por lo que había pasado, no podía ni hablar, ni moverse, solo mirar la obra que había hecho su escopeta, Lobby que había quedado destrozado se da vuelta y mirando atrás parecía preguntarle a su amo: “¿Que me hiciste Roberto?”. Sin embargo, la emoción y el terror no lo habían dejado moverse de su lugar a Casañas. El perro arrastrando sus dos patas destrozadas traseras fue arrastrándose hacia donde estaba su amo, hablándole con los ojos del amor que no habia permitido decrecer ni siquiera con ese balazo mortal, que su amo querido le había pegado en su cuerpo. Al llegar ante el perro, Casañas atinó a arrodillarse para acariciarlo porque se arrastraba, mirándolo a los ojos, cuenta Casañas, el perro suyo murió lamiéndole la mano que sostenía la escopeta. Roberto Casañas, un hombre duro, nunca pudo dejar de contar esta anécdota sin terminar llorando como una criatura. Inclusive, tampoco yo pude contar esta anécdota sin que se me escapara alguna lágrima. Y pensar que hay gente, que le pega a los perros… … Cine: Esta sección que como bien indica su nombre es para todo tipo de anécdotas que a la gente le puede interesar o emocionar, habla de todo. Cambios de un tema dramático y triste y nos pasamos al cine. Y ahí también, pese a que hoy no lo puedo ver, tengo buenos consejos para darles a mis queridos lectores: - Vea, si no la vio, una vieja película cómica, llamada “Hogar, Dulce Hogar”. - Ver “La Esclava” con Lando Buzzanca, una película sensacional. - Y ya que estoy les recomiendo una tercera, con Danny De Vitto, “Por fin me la saqué de encima”. … Elecciones con mensajes. Las elecciones del 14 de noviembre donde aparece derrotada la dupla Fernández-Fernández tiene que significar algo más que una elección legislativa. El gobierno se está equivocando y el pueblo, cuando un gobierno se equivoca, suele enojarse, que es lo que ha ocurrido en esta última instancia. Los remedios para los viejos que prometió Macri y que luego volvió a prometer Alberto Fernández quedó reducido a pequeñas pastillas y no ingresó en el ámbito de las grandes recetas, costosas e imprescindibles, fueron un fraude. También hubo promesa de pagos especiales que los jubilados se sintieron defraudados al no verlos efectivizados tal como lo produjo el presidente. Faltan dos años de gobierno y mucha gente piensa que este latigazo recibido el 14 de noviembre por los Fernández es positivo, va a despertar consciencias, va a demostrar una vez más que las mentiras cada día tienen piernas más cortas. Y atendiéndonos a todos esos factores esperamos que el resultado sea diferente al que dieron las urnas.