2022.

Una esperanza del mundo… El mundo ha pasado, quizás, el peor año de su historia. Miles y millones de muertos a causa de la pandemia del COVID-19 que ha ido mutando y que se ha ido multiplicando, cambiando de nombre y matando gente sin distinción de banderías políticas ni patrióticas, ni económicas, ni sociales, ni culturales y sumiendo a todo el género humano en algo que todavía, al parecer, no estábamos acostumbrados. Nuestro diario, fiel a su costumbre y a su tradición edita un número especial todos los fines de año y los 4 de octubre, fecha en que salió el primer número de la Revista Estrella, convertida luego en diario hasta la fecha. Que otra cosa nos cabe que un gran agradecimiento, pero grande de verdad, para todos los que nos permitieron difundir y divulgar las noticias, contar la historia que se vivió y que se vive, aconsejar los buenos caminos y desaconsejar los malos a nuestros lectores y también aportar algo de humor con nuestras caricaturas, con Saturnino y con todos los cuentos, historias y relatos que pudieran interesarles a nuestros lectores de esta parte del sur santafesino. Diario Estrella de la Mañana, abre su corazón a todos. A los buenos que nos siguen apoyando y también a los buenos que ya no nos apoyan porque no éramos ni somos macristas pero que no han perdido nuestra estima ni nuestro respeto. Pero primordialmente a todos nuestros lectores a quienes les deseamos, con este mismo corazón abierto, que cambien todas las cosas y volvamos a ser todos felices, desaparezcan las pandemias y los virus, y puedan comer todos los seres humanos haciendo desaparecer el hambre que hoy es un fantasma que aterra a muchas personas. Gracias Dios mío por leer y escuchar esta oración, y gracias a todos ustedes queridos amigos y lectores, por tanta fe, por tanta confianza y por tanto apoyo con los que nos han favorecido para estar ya en camino a los 65 años de una loca idea de un joven que creía que no podía existir una comunidad sin un medio de comunicación que luche por el progreso, por la verdad y por la justicia. Que eso es lo que le siempre le pedimos a Dios, que nos permita alcanzar desde el primer día en que conocimos la calle. Y le pedimos a Dios que nos devuelva la felicidad a todos y aleje los fantasmas que enturbian nuestro futuro. EL DIRECTOR