sábado, 29 de enero de 2022
LA DROGA DE LOS POBRES.
Faltaban días para que terminara la década del 70 cuando Ronda
Musical organizaba bailes, fiestas, festivales, espectáculos y
conciertos para mantener vivo a este diario, cuando ya Ronda Musical
representaba en toda la zona y la región a la Mona Giménez, que pese
a su edad aún sigue vigente.
Ya hacía tiempo venía actuando para Ronda en diferentes lugares de
toda la provincia y siempre con el mismo éxito, dejando afuera
publico que no podía entrar porque no había un solo lugar. El baile en
Cañada de Gómez se hizo en la Cancha de América apenas cruzando
las vías del ferrocarril y se vendieron cerca de diez mil entradas pero
hubo mucha más gente. La gente que quedó afuera saltaba el tapial
porque nadie se quería perder el show de la Mona.
Mujeres maduras y grandes paradas arriba de las sillas moviendo su
cintura pese a los kilos demás que les sobraban, chicos, adolescentes,
jóvenes, todos mezclados en la locura de la música cordobesa.
Cuando termino el baile una hora después de lo que estaba establecido
porque a la Mona le gustaba lo que hacía y no había forma de pararlo.
Lo acompañábamos y cuidábamos de la gente dirigiéndonos al Hotel
Universal donde estaba hospedado. En la puerta de salida un
muchacho que podía haber tenido 25 o 30 años se puso frente a él, le
tomó las manos y delante nuestro se arrodillo y le dijo:
- Mona querida te queremos!!! Vos sos la droga de los
pobres!!!
No era fácil manejar a la Mona, una chica de Armstrong en un
Chevrolet 400 lo subió a su auto y se lo llevo a Córdoba siendo que a
la noche de ese sábado debía actuar en el Club Argentino de Las
Rosas, también por contrato con Ronda Musical. “El Turco” como él
le decía a su representante, estaba al borde del infarto y empezó a
visitar todos los hoteles de la zona y la región pero él no estaba. Ya
amaneciendo se le ocurre llamarlo a su casa en alta Córdoba y la
Mona estaba allá y le responde:
- Que te asustai Turco. ¿Alguna vez la Mona te ha fallao?
La Mona volvió de su aventura y a la noche en el Club Argentino de
Las Rosas una tormenta espantosa amenazaba en el cielo y la Mona
dijo:
- No se priocupen, si actúa la Mona no Iueve.
Y así fue…
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La Mona Giménez tuvo un solo error, una sola falla y una sola
equivocación nuestro criterio: Jamás reconoció ni nombró que
nosotros sepamos a el Potro Rodrigo Bueno que produjo en Buenos
Aires un fenómeno que jamás pudo producir la Mona Giménez.
Muriendo en un accidente automovilístico volviendo de una actuación
a los 27 años, en plena juventud y en la cima de su carrera, en lo más
alto, en la cresta de la ola.
Y El Potro no hacía más que decir que su ídolo de toda la vida era La
Mona Giménez…