lunes, 14 de febrero de 2022

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI

Ramón Cárcano, hace 80 años. “Batí, batí, quién te trujo”… Ramón Cárcano era un pueblo tan pequeño que solo tenía un comisario y un agente de policía. Un jefe de estación ferroviaria (José Tourón) y dos auxiliares ferroviarios (uno de ellos era mi padre). El comisario y el agente descubrieron una noche a un extraño desconocido que llevaba una bolsa grande de lona al hombro. Pararon al extraño desconocido y le preguntaron: - Batí, batí, quién te trujo. (Que significa: Habla, habla, quién te trajo) El extraño personaje les contestó que él vivía cerca, en un rancho y que siempre pasaba por el pueblo. El comisario le preguntó que llevaba en esa bolsa y el extraño desconocido le respondió: - Son cosas mías comisario, no pasa nada. Los policías obligaron al desconocido a abrir la bolsa que traía y ahí encontraron a una mujer totalmente descuartizada. Detuvieron al extraño desconocido que explicó: - Fui a mi rancho y mi mujer estaba en la cama con otro. Los maté a los dos porque es lo que corresponde, ¿o no? Ya en aquellos tiempos se cometían asesinatos y crímenes como los que hoy son normales, comunes y corrientes todos los días, 80 años después. … Venado Tuerto, 1945. Vivíamos con mi familia en calle Garibaldi y Pavón y el lechero del barrio nos invitaba todas las semanas a todos los vecinos a escuchar en su radio a un coronel que le hablaba al pueblo y que estaba revolucionando al país. Todos los vecinos del barrio caían con una silla y se sentaban alrededor de la radio para escuchar a las 8 de la noche al Coronel Perón quién estaba siendo furor entre todos los trabajadores y obreros. Es un recuerdo que pese a los años que pasan no se borra de mi memoria y que significó uno de los primeros pasos del gran Juan Domingo Perón hacia la presidencia de la nación, que tuvo grandes luchas y resistencias que se agregaron a la historia de lo que aún hoy sigue reinando en muchos corazones argentinos. … Mi nieto menor, tal vez el más simpático y “salvaje”, escuchó que el abuelo, ósea yo, contaba a sus mayores una adivinanza, que decía así: - Tiene patas y no camina, tiene boca y no come, tiene orejas y no oye, tiene pelos y tiene plumas… ¿Qué animal es? Nadie adivinaba, entonces yo les di el resultado: - Un caballo muerto con un plumero en el culo. Eso ocurrió en un ámbito familiar intimo pero mi nieto que estudiaba en la escuela San Antonio lo contó en su grado a todos sus compañeros y la maestra al escucharlo, lo llevó a la dirección como castigo. Allí, el pequeño que iba a tercer grado le explica a la directora que a ese cuento: - Me lo contó mi abuelo, señorita. El abuelo era yo, el Director del Diario y no me hizo quedar para nada bien, aunque la directora y la maestra no pudieron contener la risa.